Cuando el estrés y la ansiedad dominan tu vida, puedes terminar agotado. No solo físicamente también emocional y mentalmente.
Puedes saber que no estás bien porque tu cuerpo está reaccionando al estrés. Si constantemente sientes dolores de cabeza, malestar estomacal y cansancio, es porque estás agotado.
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Un agotamiento puede incluir tanto el agotamiento físico como mental, lo que puede resultar en una pérdida total de entusiasmo por todo, advierten los expertos.
La causa más común del agotamiento es el estrés.
El estrés puede causar problemas de salud mental, y los problemas de salud mental pueden causar estrés.
Si sientes que ya no puedes más, ya nada te apasiona y solo haces las cosas por obligación o compromiso, algo no está bien en tu vida:
5 señales de que estás mentalmente agotado
1. Te sientes exhausto.
Una de las primeras señales de que estás al borde del agotamiento es la fatiga. Sentirte cansado es básicamente la forma en que tu cuerpo te dice que necesitas ir más despacio.
El estrés también puede hacer que sea más difícil dormir, así que, si comienzas a experimentar fatiga, tómate un tiempo de tu ocupada vida y haz algo para ayudar a manejar tu estrés.
2. Todo el tiempo estás preocupado.
Si comienzas a sentirte constantemente ansioso, preocupado o triste es una clara señal de que algo va mal.
Cuidar tu salud mental es tan importante como tu salud física, así que no tomes esta advertencia a la ligera.
Un agotamiento comenzará como una sensación de tensión y preocupación, pero más tarde puede convertirse en ansiedad y depresión, lo cual puede ser mucho más difícil de manejar.
3. Olvidas cosas.
Una persona que está agotada suele tener muchos problemas de memoria y falta o pérdida de concentración.
Olvida cosas o no presta la suficientemente atención a sus acciones, parece distraído y desatento.
Si puedes sentir que vas por ese camino, es vital que tomes medidas para aliviar tu estrés.
Probar técnicas de atención plena puede ayudar a algunas personas a combatir el estrés, al igual que una dieta saludable con mucho descanso y ejercicio.
4. Dolores en el cuerpo.
Un agotamiento no sólo afecta a tu salud mental, también sufres algunos efectos secundarios físicos.
El estrés y la ansiedad pueden causar dolores de pecho, dolores de cabeza, náuseas, palpitaciones cardíacas, falta de aliento e incluso desmayos.
Además, es probable que seas más susceptible a los insectos y virus, porque tu sistema inmunológico se debilita debido a la falta de sueño y a una dieta deficiente.
Así que, asegúrate de que estás comiendo bien, durmiendo lo suficiente y encontrando tiempo para relajarte todos los días.
5. Te aíslas.
Con el tiempo, estar agotado provocará que termines aislándote de todos las personas que te quieren y que te importan.
También puedes sentirte distante de las cosas que te importan, tu trabajo, tus pasiones, sueños o hobbies.
Esto también puede desencadenar a sentimientos más severos de depresión, así que es muy importante que tomes medidas para controlarlos y resolverlos.
Es importante que, si te sientes agotado, priorices tu salud mental, acudas con un experto y hables con tus seres queridos.
Así tendrás el apoyo necesario, para encontrar la solución a este problema.
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