Tener un estilo de vida saludable es algo que se va construyendo, no se puede tener de la noche a la mañana porque es más fácil abandonarlo.
Por ello, creemos que pequeños pasos o metas pueden dar mejores resultados que un plan súper ambicioso que sea insostenible.
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Queremos que, al igual que muchas personas que ya lo tienen, conozcas los beneficios de tener una vida saludable.
Se trata de una suma de hábitos (o cambios en los que ya tenemos) que tienen como objetivo mantenernos sanos y en equilibrio físico, mental y emocional.
Así, no sólo la salud es procurada, sino toda la persona.
10 pasos para tener un estilo de vida saludable
1. Analiza tu estilo de vida actual.
Es decir, repasa si cuidas tu salud de la siguiente forma:
-¿Tienes una vida sedentaria?
-¿Llevas una dieta saludable? Es decir, ¿te alimentas de forma nutritiva y equilibrada?
-¿Duermes bien?
-¿Cuánto tiempo al día dedicas a tu autocuidado?
-¿Te sientes bien emocionalmente?
-¿Cuándo fue la última vez que te realizaste un chequeo médico?
-Del 100% de tus pensamientos, ¿cuánto es constructivo y cuánto es destructivo o es discurso de queja?
-¿Sabes cuáles son las cosas, metas o personas que te hacen feliz?
-¿Te sientes en paz?
-¿Vives con un propósito propio o para cumplir el de alguien más?
-¿Eres feliz siendo quien eres?
-¿Estás satisfecho con tu vida sexual? Piensa en salud sexual, calidad y frecuencia de encuentros eróticos satisfactorios.
2. Reflexiona qué es lo que defines como vida saludable.
Si intentas seguir el estilo de vida saludable que te recomienda Cristiano Ronaldo en una revista, inspírate en ello, pero no trates de imitarlo.
Reflexiona, define y escribe qué es lo que para ti representa un estilo de vida saludable.
Asegúrate de que sea algo realista, algo que puedes cumplir poco a poco.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los estilos de vida saludables como:
«Forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales».
Un buen comienzo para definir tu propio estilo de vida saludable puede ser:
«Vivir con hábitos, actitudes y pensamientos que me ayuden a sentirme bien de salud y anímicamente mientras cubro mis responsabilidades con voluntad».
Lo que a otros les ha funcionado no necesariamente debe funcionarte a ti, diseña tu propio plan.
3. Detecta los pequeños cambios por los que puedes comenzar.
Por ejemplo, reducir tu consumo de azúcar refinada y comer más vegetales y frutas.
De este modo, podrías evitar comer una segunda pieza de pan por las mañanas y consumir media toronja, o un jugo verde.
Estos cambios también pueden estar enfocados al ejercicio, por ejemplo, si paseas al perro sólo 10 minutos diarios, procura hacerlo por media hora para caminar y activarte.
4. Mejora tu diálogo interno.
Es importante la manera en la que hablas contigo mismo, así que no te ofendas ni te critiques de forma severa.
Motívate desde el diálogo que tienes con tu interior.
5. Crea conexión contigo.
Puedes meditar, escribir un diario o grabar notas de voz por la mañana que por la noche puedas escuchar y te lleven a un reflexión acompañada de un agradecimiento.
Esto te ayudará a conectarte contigo y a entender la etapa de vida que atraviesas más allá de vivirla por inercia.
6. Escucha tus necesidades y las de tu cuerpo.
Por ejemplo, si tu cuerpo tiene sed es porque ya está deshidratado, entonces, desde horas atrás dejaste de darle agua o líquidos que lo mantuvieran hidratado.
Escucha, las necesidades que tienes y atiéndelas, pero busca anticiparte a lo que ya sabes que te ayuda a sentirte mejor.
Si te duele la cabeza por no desayunar, no salgas de casa con la panza vacía.
7. Duerme y actívate.
El descanso es tan importante como activarte.
Duerme entre 6 y 8 horas, procura con seriedad tu descanso y permítete sentirte sin culpa por descansar merecidamente.
No todo es trabajo ni responsabilidades.
Actívate haciendo ejercicio o empezando a ponerte en forma con pequeños cambios.
8. Come conscientemente.
Cuida tu alimentación, no te prives de ningún tipo de alimento, pero no te excedas en harinas y azúcares.
Si sabes que algún alimento te genera malestar, por mucho que te guste, evítalo.
9. Evita los excesos.
Así como la recomendación siempre es evitar las sustancias tóxicas, evita los excesos y si tienes algún vicio como fumar. Ve reduciendo tu consumo.
10. Equilibrio mental.
Busca trabajar tus emociones y tus pensamientos de tal manera que todas sumen a tu equilibrio y bienestar.
Algunas personas piensan que la tristeza, el miedo o el enojo son emociones negativas, pero esto no es así, estas emociones tienen un objetivo, compréndelas y trabájalas a tu favor.
Exprésate con asertividad, habla de cómo te sientes, identifica lo que te hace sentir «bien» o «mal» o ponlo en el sitio en el que corresponde al no asumir lo que no es tuyo.
Otro punto importante para tener una vida saludable es evitar el estrés.
Esto será un buen comienzo para llevar una vida saludable. Es una tarea que se hace a diario, pero poco a poco será más fácil que la implementes y no la abandones.
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