Madrid (AFP) – El director español Pedro Almodóvar, que presidirá este año el jurado del Festival de Cannes, describió, en casi cuatro décadas de cine y 20 películas rocambolescas y coloristas, todo el aspecto de la liberación de una sociedad, convirtiendo a sus estrafalarias heroínas en clásicos.
Su pelo ha encanecido y, a sus 67 años, Almodóvar tiene que defenderse a menudo de no ser tan ‘almodovariano’ como querrían algunos críticos y espectadores, ya que su nombre ha sido durante largo tiempo sinónimsubidas de tono, de humor atrevido y transgresor.
Tras el éxito de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ (1988), extravagante vodevil que lo lanzó al primer plano internacional, el periodista Bernard Pivot enumeraba en 1992 en la televisión francesa todos los temas abordados en la película: «Masoquismo, homosexualidad, masturbación, droga, pornografía, ataques a la religión».
«Todos estos temas que se consideran tabú pertenecen a mi vida, no los considero prohibidos ni escandalosos», respondía entonces Almodóvar, apodado el ‘enfant terrible’ de la Movida, el movimiento sociocultural que se produjo en Madrid en los primeros años de la transición española.
Bastaron unos pocos años para que este manchego -gay declarado- se convirtiera en la encarnación de una España moderna y tolerante, en parte inventada por él mismo.
Hijo de un arriero
Nacido el 24 de septiembre de 1949 en la árida Castilla La Mancha, en el centro de España, Pedro Almodóvar Caballero habla poco de su padre -un arriero que desaparecía semanas enteras para ir a vender vino- muerto el año de su primera película, en 1980.
Sin embargo, su madre ha sido la gran figura de su vida y la maternidad uno de sus temas predilectos.
«Mi pasión por el color es la respuesta de mi madre a tantos años de luto y negrura contra natura, fui su venganza contra la monocromía impuesta por la tradición», afirmó en 2004 durante una entrega de premios en Francia.
Pedro tenía 16 años cuando se independizó para ir a Madrid. La escuela de cine estaba todavía «cerrada por Franco», por lo que fue en la filmoteca donde descubrió a sus maestros, de Hitchcock a Bergman, pasando por Buñuel, relató el año pasado a unos estudiantes madrileños.
Mientras trabaja como administrativo en la compañía pública de teléfonos, se lanzó de cabeza al ‘underground’ madrileño, se entregó al ‘punk-glam-rock’ y, desde 1974, empezó a rodar «peliculitas de super 8».
Géneros variados
Su primer largometraje, ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’, parece una alegre fotonovela erótica, con heroínas desinhibidas o en vías de serlo.
Rodó los 19 siguientes en su país, con desigual acogida crítica y de público.
En la mayor parte de ellos, los protagonistas son los personajes femeninos, apasionados, obstinados, que tienen que reinventarse para afrontar las crisis y las sorpresas que Almodóvar introduce invariablemente en sus guiones.
Es también uno de los primeros en poblar con transexuales y travestis sus obras humanistas y de estética kitsch.
En los últimos cinco años, Almodóvar ha pasado de una película de suspense, ‘La piel que habito’ a una comedia loca, ‘Los amantes pasajeros’, y al drama puro, ‘Julieta’, nombre de una madre a la que abandona su hija.
Para explicar esta nueva seriedad, habla a menudo de su propia vida de hombre solitario que envejece, recluido con un gato y «fantasmas».
Almodóvar ha estado cinco veces en la competición oficial de Cannes, pero la Palma de Oro del festival se le resiste.
Y eso que en su vitrina tiene ya dos Oscar por sus mayores éxitos: los melodramas ‘Todo sobre mi madre’ y ‘Hable con ella’.
Hace una década, ‘Volver’ recibió en Cannes el premio al mejor guión y a las mejores actrices para el conjunto de sus intérpretes femeninas, entre ellas sus musas Carmen Maura y Penélope Cruz.
Si te gustan las vidas de los cineastas, puedes leer:
Pablo Larraín: el cineasta que está contando una nueva historia para Chile
Polanski: una filmografía extraordinaria y una vida trágica
Silence: el proyecto en el que Martin Scorsese lleva 30 años trabajando
Leave A Reply