Salir con una mujer casada es jugar con fuego, es querer hacer nuevo camino en un territorio que ya ha sido ocupado.
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Sí, la mayoría de este tipo de circunstancias siempre acaban mal y es que si de por sí, una relación de pareja entre dos personas es complicada, imagínate ahora sumarle que haya una tercera, además del compromiso.
Razones para no involucrarte con una mujer casada
No te juzgamos, sólo queremos ponerte información sobre la mesa y que tomes la decisión que tú prefieras.
1. Es una inversión que no siempre conlleva ganancia.
Estar en una relación en la que la otra persona ya tiene un compromiso serio, al grado del matrimonio, es una inversión de tiempo, energía, pensamientos, dinero, etcétera, que tiene un mayor grado de pérdida, porque tú caerás en darle un 100% a alguien que, de entrada, no tiene libre todo su 100% para ser recíproco. Te dará lo que pueda darte y lo aceptarás.
2. Abres la puerta del remordimiento y de la culpa.
Al meterte con una mujer casada estás abriendo la puerta para que en tu vida entre el remordimiento y la culpa, a final de cuentas, sabrás que estás ayudando a un persona a lastimar a otra.
Si bien, será el otro quien debió cuidar la lealtad hacia su pareja, tú le estás facilitando el engaño.
3. El futuro es complicado (como mínimo).
El futuro al lado de una persona que ya tiene a alguien, será un futuro complicado, como mínimo, podrá ser un futuro triste, vacío, melancólico, frustrante, desalentador… ¿Quieres entrarle?
4. El karma puede seguirte.
El karma puede seguirte hasta alcanzarte. Ya te hablamos de karma y dharma, así que da click aquí para saber más.
5. Demasiado drama.
Formar parte de un triángulo amoroso es meterte al mar del drama, uno que puede explotar en cualquier momento.
6. Aunque no lo quieras, te puedes enamorar.
Mientras ella, como una mujer casada, tiene a alguien más en su mente y en quien ocupar todo su ser o la mayoría de su tiempo, tú sólo la tendrás a ella, te podrás enamorar y obsesionar, ¿eso vale la pena?
7. No serás la prioridad.
Lo que significa que tú serás quien se deba adaptar a sus tiempos, a sus tiempos libres, a sus compromisos o a los cambios de último minuto.
Quizá por un tiempo, esto no represente un problema para ti, pero puede ser que tiempo después, sea algo que te canse.
8. ¿Qué te dice eso de ti?
Por último, reflexiona, ¿qué te dice de ti mismo el que te involucres con una persona que ya tiene un matrimonio? Quizá, que no estás dispuesto a una relación formal y buscas a alguien inconscientemente que te dé esa posibilidad.
Involucrarte con una mujer casada es un lío, así que:
-No idealices la relación
-No vivas de tus expectativas
-Cuando tengas dudas, analiza los hechos no las promesas
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