Si este año te prometiste cuidar de ti y ser tu prioridad número uno, ¡felicidades!, porque ya ganaste al proponerte esto e intentarlo todos los días.
Ya que no es algo fácil de hacer, porque en ocasiones, nosotras mismos somos nuestro peor enemigo y nos hacemos cosas terribles.
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Sin embargo, darte cuenta de que estás haciendo mal al dejarte para el último y querer hacer algo al respecto, ya es ganar y mucho.
Porque ya no estás negando el problema y quieres poner todo de ti para que la historia no se vuelva a repetir y te des el lugar que mereces en tu vida.
Ya ganaste y tus acciones diarias lo demuestran, y aunque aún te falta mucho por recorrer y hacer, hoy eres un hombre nuevo que se ama y valora en todo momento…
7 señales de que ganaste amor propio
1. Confías más en ti mismo.
Sabrás que ya ganaste amor propio, porque ya no te criticas ni desconfías de ti mismo, sino que te brindas ese voto de confianza.
En donde tú eras el primero en apoyarte, valorarte y respetarte. Aunque a veces caes en los viejos hábitos, ahora eres capaz de verlos y de hacer algo para retomar el camino.
Poco a poco te has convertido en tu mejor amigo y en volverte tu prioridad máxima en el mundo.
2. Eliges lo que te hace feliz.
Cuanto tienes amor propio, eres capaz de ver las cosas desde todas las perspectivas y ya no te aferras a sufrir por amor y menos a amar mucho.
Ahora sabes que se debe hacer de la forma correcta y no es cuestión de darlo todo, sino de calidad.
Por esto, ahora eliges cosas que te brindan felicidad de una forma genuina y real, que las puedas sentir y que sean sinceras.
3. Pruebas cosas nuevas.
Tal vez, esto te parezca raro o creas que no tiene nada que ver, pero cuando te hacías menos o lastimabas tu dignidad te encerrabas en una zona de confort que no te hacía ningún bien.
Sin embargo, ahora quieres comerte el mundo y tienes todo para hacerlo, por esto, te atreves a probar cosas nuevas.
Tu mente está más abierta y estás dispuesta a recibir lo mejor.
4. Te escuchas.
Ahora que ganaste amor propio, eres capaz de oírte con claridad y darte lo que mereces. Incluso, has podido cuidarte en todos los aspectos de tu vida.
Porque ahora sabes que no está mal ser egoísta, sino que hay momentos y personas con las que debes poner una barrera para que no te lastimen.
Eres capaz de escuchar a tu intuición y elegir lo que sea más beneficioso para ti.
5. Pones límites.
Te costó durante mucho tiempo, pero ha valido totalmente la pena. Porque ahora puedes reconocer cuando una persona solo busca estar contigo por conveniencia.
Y le dejas muy claro que no puede entrar a tu vida para manejarla a su antojo, sino que debe respetarte y valorarte.
6. Eres más positivo.
No es que veas todo color de rosa u omitas los problemas, pero sí has aprendido a ya no ahogarte en un vaso de agua.
Sabes que los problemas son inevitables, pero estás preparado para superarlos. Incluso, ya no te tomas las cosas de forma personal.
7. Te tratas con respeto.
Ganaste mucho amor propio, porque ahora te ves como lo que eres, un hombre valioso, inteligente, poderoso y más.
Ya no te comportas como tu peor enemigo, ni tampoco haces cosas que te lastiman, y si esto llega a pasar, sueles redimirlo y ya no repites este error.
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