Si por más que te esfuerzas no has tenido el éxito que deseas y te sientes como un fracasado, podría deberse a que estás cometiendo un error.
Sobre todo, si te llenas de pendientes durante la semana, pero cuando es momento de ver tu productividad te das cuenta de que no has avanzado en nada.
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Esto podría deberse a que estás ocupado, pero en realidad no hay efectividad en cómo haces tus actividades, sólo tienes mucho por hacer, pero produces poco.
No estás progresando. Tal vez estás haciendo las cosas, pero no en la dirección que quisieras.
O tal vez, solo te falta modificar tu sistema de organización para notar todos los progresos que sí estás teniendo pero que no estás viendo.
Te sientes un fracasado porque no notas una diferencia y te esfuerzas, pero sigues en el mismo lugar y esto se debe a la falta de motivación…
Cómo dejar de ser un fracasado
1. Tus objetivos no son claros.
No son específicos y por eso te resulta imposible medir los avances. Es decir, cuando fijas metas o te haces propósitos de año nuevo, solo mencionas cosas en general.
Por ejemplo: “Quiero tener éxito” “bajar de peso”, “ser millonario”, “tener mucho dinero”, “tendré el trabajo de mis sueños”.
Y esto suena bien, pero solo estás viendo a futuro y no consideras los pasos que debes seguir para llegar a esa meta.
Por esto, es importante ser claro y específico con tus metas, desde poner cómo lo harás, qué necesitas cambiar o qué actividades/herramientas requieres para obtener aquello que deseas.
Si dejas de pensar en general o en la meta final, podrás notar más avances al ser específico y claro con tus objetivos.
Mejor cambia el “este año seré millonario” a “empezaré a invertir/ahorrar X cantidad al mes, por 12 meses, para así tener un ahorro de emergencia”.
2. No están a la vista.
Tal vez, tengas objetivos muy específicos, pero el problema es que no están en donde los puedas ver para inspirarte y por eso los olvidas.
Es importante que estén anclados a tu sistema de organización y que aparezcan cada vez que hagan una revisión.
Incluso, que los puedas ver cada vez que te despiertas y así puedes inspirarte o cuando vayas a dormir, así te recordará que lo estás haciendo bien
¡Ojo con esto!
Por estos errores te sientes como un fracasado, porque por más que te esfuerzas no tienes claridad ni un impulso para seguir trabajando por lo que deseas.
Y solo te enfocas en la presión de no ser exitoso y en la ansiedad de sentirte un fracasado. Al mismo tiempo, pierdes el enfoque y la motivación de tus metas.
Sin embargo, puedes dejar de cometer estos errores que te hunden en el fracaso.
Solo tienes que aprender a conectar tu planificación semanal con tus objetivos mensuales. Esto te permitirá medir tus progresos.
Podrás ver que en verdad estás avanzando y poco a poco desaparecerá la ansiedad que te genera sentirte estancado.
Porque si solo te enfocas en ver la “meta mayor” o creer que lograrás todo de la noche a la mañana o solo por desearlo, seguirás fracasando.
Ten presente que los sueños no se cumplen, sino se trabajan, y para que sean una realidad alcanzable necesitas escalar peldaños que te lleven a ella.
Esto lo lograrás con paciencia, disciplina y constancia.
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