En un clima caluroso y afectado por la humedad lo mejor para refrescarnos es un Gin Rickey.
Un drink completamente estadounidense, creado en la década de 1880 en el bar Shoomaker de Washington, resurgió para convertirse en uno de los más famosos en los momentos de libación.
El Gin Rickey no es un trago muy elaborado pero sí de un sabor único. Contiene ginebra, limón, hielo y agua mineral, pero como en casi todo los drinks, el secreto de su preparación depende por completo de las cantidades.
Pon 60 mililitros de ginebra (de preferencia que sea Plymouth o Old Tom) en un vaso Collins, exprime medio limón y luego déjalo caer con todo y cáscara dentro del vaso. Agrega hielo y 120 mililitros de agua mineral. Luego… saborea la magia.
Durante años ha seducido a muchos, incluido F. Scott Fitzgerald quien lo convirtió en su bebida para las noches de fiesta, y fue tanta su fascinación que el trago aparece en el trágico desenlace del «The Great Gatsby» (1925).
Nick Carraway cuenta cómo, en una tarde calurosa de verano sin nada de aire, otros personajes bebían sus Rickeys en «largos y codiciosos tragos». Una forma que no es la más adecuada… pero que a ellos les funcionaba.
Entonces, si tienes pensado escaparte de tu rutina y relajarte algunas horas con un poco de alcohol, no dudes en probar nuestra recomendación…
¡Salud!
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