Si cada vez que abres una botella de vino tinto sientes la necesidad de cortar unas cuantas lonchas de tu pierna de ibérico, déjanos decirte que tu antojo está completamente equivocado.
La verdad es que, hasta hace muy poco tiempo, un buen vino tinto y un poco de ibérico eran la combinación perfecta, hasta que nos encontramos al chef Paulino Cruz comiéndose unas lonchas perfectamente cortadas de Cinco Jotas acompañadas de un vino generoso.
La combinación nos llamó la atención así que decidimos probarla, aprovechando la invitación de Paulino de unirnos a su ración de este excelente jamón de bellota 100% ibérico.
Ya que nos habíamos acomodado y estábamos disfrutando de la grasita que se derrite en el paladar cuando te comes una loncha de Cinco Jotas, llegó el vino: Quinta, un Jerez Fino, seco.
Y es, sin duda, el maridaje perfecto.
En términos generales, los vinos de Jerez se dividen en 3 categorías: generosos, generosos de licor y dulces naturales. Para maridar carnes frías los españoles siempre recomiendan un vino generoso, entre los que se encuentran los finos, olorosos, amontillados y de palo cortado.
El tipo de vino generoso para acompañar tu ibérico (o incluso un jamón serrano) dependerá mucho del tipo de ibérico (no es lo mismo uno de cebo que uno 100% de bellota) y de tu paladar, pero una vez que pruebes este maridaje no habrá vuelta atrás (de la misma forma en la que no puedes comer serrano después de comer ibérico).
Los vinos generosos son los más ligeros y secos, y dentro de esta categoría los finos se caracterizan por su color amarillo y su aroma almendrado. Se deben tomar fríos y sentirse secos e intensos en el paladar, haciéndote disfrutar de un contraste de ligereza e intensidad que se lleva perfecto con los sabores del ibérico.
Nadie mejor que los españoles para encontrar el maridaje perfecto para sus ibéricos. Si pudiéramos entrar a un bar de tapas cualquiera, en la región de Extremadura (por poner una zona específica), justo a la hora del aperitivo, los encontraríamos a todos con una ración de ibérico, unos picos y un fino bien frío en sus copas.
Se antoja, ¿cierto? Pruébenlo este fin de semana, con unas lonchas bien cortadas y un generoso bien frío. Nos agradecen luego.
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