Si vives en la Ciudad de México, seguro que conoces cualquier monumento digno de tus fotos de Instagram: el monumento a la Revolución, el Ángel de la Independencia, la Estela de Luz («La Suavicrema»), el Hemiciclo a Juárez…
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Pero existe un monumento al sur de la ciudad, por Tlalpan, que seguro ni has notado cada vez que pasas por ahí: el Peluso.
Se trata del monumento al perro callejero y es un perro de bronce con la cabeza viendo al suelo, sobre la Avenida Insurgentes.
La estatua tiene una placa que dice:
“Mi único delito fue nacer y vivir en las calles o ser abandonado. Yo no pedí nacer y a pesar de tu indiferencia y de tus golpes, lo único que pido es lo que obra de tu amor. ¡Ya no quiero sufrir, sobrevivir al mundo es sólo una cuestión de horror! ¡Ayúdame, ayúdame, por favor! -Peluso.”
El monumento existe gracias a la iniciativa de distintas asociaciones a favor de los perros en la CDMX, entre ellas la Asociación Civil Milagros Caninos de Patricia España. Siendo ésta una ciudad llena de perros callejeros, la estatua busca crear consciencia sobre el maltrato animal.
Según la vicepresidenta de la CNDH, Ángela Peralta, sólo el 30% de los perros en la ciudad tienen dueño. Otro 30% son mascotas comunales (de algún vecindario) y un alarmante 40% son callejeros. Detengamos esto y dejemos de comprar animales a tiendas como «+kota» (en la que el maltrato animal crece). Adoptemos en refugios.
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