En el Centro histórico de la Ciudad de México encontramos de todo, desde museos hasta muy buenos tragos. Pero la vista de Terraza Madero se quedaba corta y por eso, Barrio Alameda regresó para quedarse.
Alejado del caos de la plancha del Zócalo y del tránsito de 20 de noviembre, este edificio ubicado en Dr. Mora 9 que resurgió de sus cenizas acaba de festejar su primer aniversario.
Algo que amamos, además del estilo Art Decó, es que el concepto interior obedece a las necesidades básicas de los que vivimos ansiando un espacio exclusivo en medio de la ciudad para la buena comida, la buena bebida y el buen gusto.
Además de los conocidos tatuajes, del helado artesanal orgánico, las boutiques, pizzas, galerías de arte, mezcales y el coqueto hotelito del último piso, Barrio Alameda nos sigue sorprendiendo.
Te proponemos olvidarte de todo lo que has visto ahí y aventurarte con este recorrido:
Planta Baja, corazón contento
Si vienes con hambre llega por una hamburguesa de cordero de Butcher and Sons, es de lo mejor que encontrarás en la carta. Y si eres amante del gin abre garganta con el Monkey 47 Gin & Tonic.
Si aún no tienes hambre, ve directo al Mundana por un mezcal de té chai. Suena muy poco antojable para los amantes del mezcal orgánico, pero es una joya que pondrá en duda lo que siempre has pensado de los traguitos dulces.
Primer piso, ya entrados en calor
Entra primero a Cuatro Causas, uno de los ejemplos más genunios de la originalidad de Barrio Alameda. Además de los muebles que seguro has visto, aquí puedes encontrar piezas de decoración únicas que le darán un toque muy edgy a tu casa.
Segundo piso, toma un break
The Neon Rex Project es un espacio dedicado a abrir canales de difusión para artistas emergentes que buscan un espacio en el competido mundo de las galerías de arte.
Tercer piso, para terminar el día
Déjate seducir por las hamacas de la terraza del Chaya Bed & Breakfast y recuérdate que la vida en la ciudad es deliciosa si tienes esa vista del Centro Histórico.
Que tus pisadas hagan eco en los pasillos empapados de vanguardia del edificio construido en 1920. Barrio Alameda se unió a la ola de mercaditos que han surgido en los últimos años, ofreciendo el lugar perfecto para cautivar los sentidos en pleno Centro Histórico.
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