Sabes que debes salir de la relación pero, por más intentos que llevas, terminas cediendo y no te separas de una persona que te hace daño. Lo entendemos bien… Esas palabras se dicen fácil pero la situación se vive de otra manera.
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Intentar salir de una relación que te hace daño puede ser uno de los procesos más difíciles que puedes enfrentar en la vida. No es fácil, pero una vez que trabajas en ti y decides darte mucho amor, puedes salir de ese vínculo tan complicado.
¿Por qué no puedes salir de una relación que te hace daño?
Lo que leerás a continuación es lo que puede estar detrás de cada vez que decides continuar en ese círculo vicioso.
No es nuestra intención juzgarte, sino acompañarte en el proceso de ponerle palabras a lo que vives para comenzar a sanarlo.
1. Piensas que la puedes salvar.
Dentro de ti hay una voz que dice que te necesita para salvarse, que eres tú quien tiene la tarea de salvarla o salvarlo porque tiene una vida complicada y triste.
Te ves a ti mismo como la salvador y a tu pareja como una persona que necesita ayuda, ¿no crees que lo estás subestimando? ¿No crees que podría estar chantajeándote?
2. Piensas que puede cambiar.
Otra perspectiva es que crees que tu pareja puede cambiar, entonces, vives con la esperanza de que un día todo sea suficiente para que la relación mejore, por ejemplo, «cuando nos mudemos», «cuando encuentre trabajo», «es que está estresada»…
Es justificar sus acciones con circunstancias que crees que, cuando seas más favorables, lo harán estar mejor.
3. No puedes estar sola.
Le tienes miedo a la soledad, a dejar esa relación que aunque es tóxica es conocida y ya sabes cómo se desenvuelve todo, ya ubicas los días «normales» y ya hasta sabes qué hacer en las crisis.
4. Te está faltando amor propio.
Y es que… El amor propio te dará la fuerza para salirte de una relación que te hace daño. El amor propio sostendrá tu decisión cuando sabes que es lo mejor para ti y quieres estar bien.
5. Crees que es amor pero es dependencia.
Este es un error muy complejo porque puede haber amor, pero si hay apego y dependencia, la relación no será sana y todo puede confundirse como si existiera amor real, tangible y próspero.
¡OJO! Son inconscientes
Algo que necesitamos decir es que tampoco podemos juzgar a tu pareja, muchas veces son víctimas de sus propias heridas inconscientes y no sanadas.
Aunque también puede haber personas que identifiquen tus debilidades y te manipulen con total consciencia pero no en todos los casos ocurre.
Sin embargo, no puedes perder de vista que TÚ eres lo más importante y que tu estabilidad emocional no debe estar a merced de nadie.
Tú eres tu prioridad y no es egoísta ponerte a salvo, es un acto de valentía, amor propio e inteligencia.
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