Probablemente piensas que tu relación es un caos porque hay muchos problemas, pero la realidad es que tú la saboteas.
Así como lo lees, tú eres el culpable de todo lo malo que pasa en tu relación amorosa, no es el destino, la vida, los demás y menos tu pareja, sino que tú eres el culpable.
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En todas las parejas hay problemas que llegan y los retan, sin embargo, en la tuya tú eres el problema mayor porque la saboteas en todo momento.
Tal vez, no lo hagas a propósito, pero muchas de tus acciones no son las correctas y solo están provocando que tu pareja se aleje de ti.
Es momento de que veas tus errores y hagas un cambio al respecto, si es que no quieres perderla definitivamente.
7 formas en las que tú saboteas tu relación y ni cuenta te das
1. Te gusta hacer, pero no que te hagan.
Es decir, crees que tu pareja debe perdonarte todos tus errores, porque si te ama de verdad, debería ser comprensiva.
Sin embargo, tú no le brindas lo mismo ni estás dispuesto a pasar por alto sus equivocaciones. Tú eres la excepción, pero ella debe pagar por sus errores.
2. No hablas con claridad.
Saboteas tu relación cuando no le externas a tu pareja lo que quieres o necesitas en la relación.
Crees que porque llevan años juntos ella ya debería conocerte a la perfección y adivinar lo que quieres, incluso te aferras a creer que te lee la mente, pero las cosas no son así. Debes hablar para expresar lo que necesitas.
3. Te enfocas en la cantidad.
Crees que una relación se trata de amar mucho, con intensidad y en todo momento, para durar por muchos años, pero la realidad es otra.
Porque no se trata de la cantidad, sino de la calidad de amor que brindas en la relación.
4. Debes saber todos los movimientos de tu pareja.
Dices que no eres celoso y menos desconfiado, pero en todo momento tienes actitudes que demuestran que no confías en tu pareja.
Piensas que ella te va a engañar o ya lo hace, y por eso debes vigilarla y saber dónde está, con quién y qué hace. Su palabra no vale para ti, porque siempre exiges pruebas y eso no es nada sano.
5. No te sientes feliz a su lado.
Saboteas tu relación amorosa y tu vida al conformarte con una mujer que no te hace feliz y con la que sientes que ahí no es.
Tal vez, sea la costumbre o que al principio fue bueno, pero quedarte a su lado porque estás acostumbrado a ella no es nada bueno para ninguno de los dos.
6. Eres negativo.
No importa si hace algo bueno o malo, tú siempre ves todo como un error, no eres capaz de apreciar sus cualidades y menos valorar el amor que te nada.
Para ti no es suficiente o parece insignificante. Crees que mereces algo mejor, pero no luchar por ella y tampoco estás dispuesto a dar lo mismo.
7. Quieres tener todo el control.
Tu pareja debe ser tu amiga, confidente, compañera de vida y aliada, pero tú no lo ves así. Solo la consideras una marioneta o una mujer que debe complacer en todo momento.
Buscas controlarla y manipularla a tu conveniencia, y estás dejando claro que no quieres una relación, sino alguien que esté a tus pies y te cumpla cada uno de tus caprichos.
Es momento de que veas que eres una red flag andante y que estás dando un “amor” que tú nunca aceptarías para ti. Si no quieres perder a una mujer valiosa, es momento de que cambies tu comportamiento.
Porque con esa actitud sólo provocarás que las mujeres buenas se alejen de ti y solo atraigas a las que quieran dominarte y jugar contigo.
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