¿Sus peleas siempre terminan en la cama? Cuidado con este peligroso hábito… Discutir con la pareja es feo, pero sano, claro, cuando son discusiones que construyen y fortalecen, sin embargo, hay parejas que ocupan estos momentos para hacer de la relación un vínculo nocivo y oscuro.
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No estamos diciendo que, ir a la cama a echar pasión después de una discusión sea malo, al contrario, pueden llegar a ser momentos gloriosos, mientras no se haga un hábito y una forma de evadir conclusiones, decisiones o hechos.
Una reconciliación es la señal de dejar atrás el problema y seguirse enfocando en lo que es realmente importante, el presente.
Así que, si después de una reconciliación vas a la cama con tu pareja, está bien, pero debes cuidar que esto no sea en cada pelea en la que nunca se llega a un acuerdo o una solución.
Puede ser un s3X0 riquísimo pero, las relaciones se sostienen más que con placer.
Ocupar las reconciliaciones para «olvidar» el problema es dejar una bola de nieve que tarde o temprano podrá pasar por arriba de ustedes.
Si la reconciliación sexual llegó con el diálogo, el acuerdo, la conclusión, la empatía y la comprensión, ¡excelente!
Pero, si llegó sólo como cambio de tema y el problema no se aclaró, es donde comienzan los problemas pues algo que podría quedar como una adicción… (sigue leyendo para la explicación)
¿Sus peleas siempre terminan en la cama?
Toma nota y responde con honestidad, asumiendo tu vínculo afectivo como el de dos personas adultas.
1. Al iniciar la pelea ya saben dónde, cómo y en qué posición van a estar.
Ir a la cama en lugar de terminar la discusión es algo conocido para ustedes, así que ya saben cómo es que todo debe irse dando para que ustedes logren ir de la ira a la pasión.
2. Les prende pensar en la reconciliación.
Es decir, les excita lo que ocurre al estar en una discrepancia…
3. Es un hábito.
Es decir, es común, cada que discuten sucede, ya es algo que casi casi pareciera estar escrito.
4. Siempre es 1 de los 2 o los 2 quienes empiezan a besarse para dejar de discutir.
Ya en la discusión, es uno de ustedes o los 2, los que pasan de los argumentos a la cercanía, besos o caricias.
5. ¿Pelean para reconciliarse?
Lo ven como una dinámica, sus discusiones son «interesantes» porque traerán placer.
¿Es una adicción?
El problema que hay con esta situación es que el cerebro se acostumbra químicamente a los bajones y subidas de ánimo.
La producción de las hormonas como oxitocina o endorfinas que se realiza en la reconciliación después de un estado anímico opuesto, es algo similar a lo que ocurre con las adicciones a ciertas sustancias.
Por eso es importante que estés consciente de lo que ocurre cuando discutes con tu pareja y que sean capaces de tener hábitos de pareja saludables.
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