Si logras sanar tu corazón, identificar tus heridas y evitar inseguridades, llegarás a un punto en el que las relaciones tóxicas ya no serán para ti y lejos de aferrarte a ellas, saldrás corriendo.
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Las relaciones tóxicas son aquellas en las que no hay una convivencia armónica y los involucrados tienen algunos «hábitos» que marcan su cotidianidad y la manera en la que se relacionan en su vínculo afectivo.
Es decir, la dinámica de la pareja está llena de chantajes o miedos, incluso, de resignación al «aceptar» a la otra persona tal cual es o por cierto conformismo.
Seguramente has estado en una (o varias) relaciones tóxicas y si has estado trabajando en ti, ya sabes identificar algunas circunstancias que evidencian lo tóxico.
Esto es lo que pasa cuando ya no quieres relaciones tóxicas
1. Sabes irte aunque lo quieras o te guste.
Una señal muy importante es que, si conoces a una persona que te gusta, incluso, tienes sentimientos fuertes por ella, pero te has dado cuenta que le falta responsabilidad afectiva, madurez emocional o seguridad en sí misma, estás dispuesta a terminar la relación porque sabes que eso ya no va contigo.
2. No quieres lidiar con sus trabajo emocionales.
Sabes que no es tu trabajo criarlos, mantenerlos o resolverles todos sus inconvenientes, al contrario, quieres a tu lado a alguien que tenga tu mismo nivel de consciencia y quiera crecer.
3. No stalkeas a nadie.
No estás para andar hurgando en la vida de nadie, estás enfocado en lo tuyo, así que buscar en los perfiles de tus ex, o amigos de tu pareja, no es uno de tus pasatiempos.
4. No buscas controlar.
Si estás saliendo con alguien, estás esperando que la relación pase, que las cosas sucedan, así que evitas querer controlar todo o crear expectativas.
5. No quieres discusiones innecesarias.
Entonces, si alguien quiere pelear contigo o notas que tiene la intención de llevar la relación a un menor grado de madurez que ya no es compatible con lo que tú buscas en una pareja, no discutes, sólo expresas y te retiras.
Ojo, no es que todos estemos 100% sanos…
Eso sí, tenemos que decir que no todas las personas están sanas emocionalmente, todos tenemos ciertas heridas o aspectos que vamos sanando a lo largo de nuestra vida.
Lo importante es relacionarnos con inteligencia emocional y no desde nuestras necesidades más desesperadas.
Si estás sanando despídete de las relaciones tóxicas.
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