Todas las mujeres tienen fantasías sexuales, de manera independiente si las hacen realidad o no. Pero hay una fantasía que es la favorita de casi todas.
Puede que creas que la conoces o que ya estás satisfaciendo a tu pareja, pero es importante que sepas que si ya eres bueno, puedes ser mejor.
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Si crees que eres el único que tiene una fantasía que quiere cumplir con su pareja, te equivocas.
Porque es muy probable que tu pareja está esperando a que hagas algo por ella…
Esta es la fantasía sexual de la mayoría de las mujeres (según estudio)
Un estudio parece responder de manera clara a esta interrogante.
Según una investigación realizada por la Universidad de Montreal, en la que participaron 1.500 personas.
La fantasía de la mayoría de las mujeres tiene que ver con el hecho de que sus parejas las sometan durante el acto sexual.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine, el 60% de las mujeres consultadas afirmaron que en sus fantasías más comunes imaginaban a sus parejas tomando el control del acto sexual.
Es decir, las mujeres asumiendo un rol de sumisas; mientras que los hombres, cumpliendo un rol dominante.
Aunque la investigación, también destacó que las fantasías sexuales, tanto de hombres como de mujeres, varían con las diferentes parejas y con los años.
Por lo que estas conclusiones no son definitivas.
Ahora bien, dentro de esta fantasía de sumisión, una de las prácticas más populares es el sexo anal.
¿Sorprendido?
«El ano es una de las zonas erógenas que más carga simbólica tienen desde el punto de vista cultural y social.
Para las mujeres, ‘brindarse’ al otro de esta manera puede ser indicador de sumisión, de ser ‘tomada’ por el otro como demasiado liberal o con vasta experiencia sexual«, según asegura el sexólogo Walter Ghedin.
Sin embargo, esto no quiere decir que tu pareja también lo desee y debas correr a realizar esta fantasía.
Debes tener claro que es un estudio probado en menos de 2 mil personas.
Y que si quieres hacer esto o algo más con tu pareja, debes tener su consentimiento en todo momento y hablar antes de hacerlo.
Incluso, si en el acto se arrepiente o ya no lo está disfrutando, tú debes parar y entender que no es lo que esperaba.
No es por ti, porque no le gustes, no te desee o lo hagas mal, en ocasiones la expectativa puede ser muy grande y la realidad no puede alcanzarla.
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