Si tu pareja y tú llevan mucho tiempo y ahora solo se enfocan en la rutina, podría ser porque se quieren, pero ya no son compatibles.
Es decir, ya no quieren lo mismo ni están en el mismo capítulo en sus vidas, porque uno quiere algo y el otro desea algo completamente diferente.
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Sin embargo, siguen juntos por lealtad, se quieren o no son capaces de soltar lo que han creado. Porque creen que aún pueden salvarlo, aunque ya no son compatibles.
Están luchando contra la corriente y se están aferrando a seguir juntos aunque no tengan nada en común.
Y esto solo causará que estén en una relación que los haga sufrir y no en una en donde exista el respeto y el impulso para alcanzar sus sueños.
Cómo saber que ya no somos compatibles
1. Ya no hacen clic.
Pareciera que son dos enemigos forzados a convivir en el mismo lugar o a tener una relación.
Porque ya no quieren lo mismo, pero también les molesta el pensamiento o el deseo del otro. Ya no hay respeto ni apoyo y tampoco ese “clic” de cariño.
Ahora solo se llevan la contra o buscan tener la razón en todo momento.
2. Los defectos pesan más.
Sabrás que ya no son compatibles porque no eres capaz de tolerar sus defectos o de entender que son parte de la persona de la que te enamoraste.
Ahora solo te enfocas en odiarlos, señalarlos o crear un conflicto a partir de ellos.
Incluso, te enfocas en decirte a ti mismo que la quieres y por eso debes aguantar todo lo malo que hace.
3. No hay acuerdos.
Cuando ya no eres compatible con alguien no eres capaz de llegar a una solución sana y positiva para los dos.
Porque ahora te enfocas en tener la razón o señalar que la otra persona está equivocada.
La situación empeora cuando no eres empático y tampoco quieres ceder, solo quieres jugar a tu favor.
4. Se enfocan en el compromiso.
Están juntos y no pueden separarse así como así, creen que hicieron un compromiso con el otro y necesitan respetarlo aunque ya no quieran lo mismo.
Por esto, solo se enfocan en vivir un día a la vez y dejar que la rutina les ayude a estar lejos de su pareja, pero sin necesidad de romper su relación.
Y esto solo demuestra que están juntos por costumbre, no por amor.
5. Se enfocan en el deseo.
Ya no son compatibles, pero se aferran a encontrar motivos para seguir juntos y uno muy común es el sexo.
Disfrutan de lo que pasa en la intimidad y se dejan llevar por el deseo.
Sin embargo, cuando se termina, siguen sin querer lo mismo y lo peor es que ya no hay respeto, comunicación y menos amor. Solo placer y enfocarse en disfrutar lo que aún tienen.
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