¿Estás en una situación en la que debes rechazar a una mujer pero no quieres herir sus sentimientos? Quizá ella quiere dar un paso más formal y no estás listo. Sí, se aproxima un quiebre.
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1. Díselo tal cual lo sientes.
A veces nos ponemos un escalón arriba de la otra persona y pensamos que le romperemos el corazón, que le haremos daño, que la lastimaremos.
Si bien, este pensamiento puede ser un reflejo de nuestra empatía, también lo puede ser del ego.
Pensamos que al sincerarnos, sentirán el rechazo por no haber sido lo suficiente para convencernos, a pesar de sus mejores intentos. Esto es el ego en su esplendor.
Muchas mujeres entienden el NO y sí, quizá les duela o lloren, pero no lo tomarán personal, al contrario, agradecerán la honestidad y seguirán con sus vidas. El daño sólo se lo haremos si ellas lo permiten.
2. Sé honesto pero no hiriente.
No por ser honesto tienes que ser hiriente y dar los detalles de porqué no te sientes cautivado ante la posibilidad de estar a su lado.
Sé honesto y dile lo que sientes, pero no te pases. Dile el motivo y no la hagas responsable, eres tú el que está decidiendo que no quiere más.
Entonces, puedes decirle frases como:
«Eres muy hermosa pero no me siento listo emocionalmente para una relación seria».
-Con este ejemplo le estás dando un halago pero estás diciéndole que eres tú el que no está preparado.
«Me siento halagado por tus palabras y tu propuesta pero, desafortunadamente, no quiero lo mismo que tú».
-Es muy válido lo que ella quiere para su vida, es válido lo que tú quieres para la tuya y si no quieren lo mismo, entonces hay que seguir por separado, una mujer madura lo entenderá.
«Eres una gran persona pero no puedo continuar, quiero darle prioridad a mis metas y por ahora una relación de pareja, no lo es».
-Ser honesto requiere valor de asumir y encontrar las palabras reales pero no pretextos.
3. Pregúntale qué desea a partir de ahora.
Muestra que te interesa y dale la oportunidad de que se haga lo que a ella le ayudará a superarte.
Evita eso de «no quiero perderte», «no quiero dejar de verte», «¿podemos seguir teniendo 53×0?».
Si ella prefiere dejar de verte, acéptalo. No te aferres a tus deseos, sé empático.
No pienses en cómo rechazar a una mujer, piensa que se trata de hablar con ella para aclarar que no van en la misma dirección.
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