Muchas veces creemos que para triunfar en el amor debemos encontrar a la persona indicada y juntos formar la pareja perfecta, sin embargo, estamos equivocados.
Podemos decir que no existe la “pareja perfecta” y aunque si existen las parejas inteligentes, por más amor, comprensión y comunicación que haya en una relación, siempre habrá diferencias, peleas y hasta la posibilidad de una ruptura.
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Para que su amor triunfe y supere los conflictos de forma correcta, deben ser un equipo. No solo se trata de expresarse sus sentimientos o de ser feliz a toda cosa.
Si no de tener claro lo que quieren, poner límites, entender a su pareja y preocuparse por el bienestar de la relación.
Por esto, te decimos los errores que están cometiendo y que dejan claro que fingen ser una pareja perfecta que no ha aprendido a darse lo básico para fortalecer su amor.
Las acciones que demuestran que no son una “pareja perfecta” y deben hacer un cambio
1. No se reparten las tareas adecuadamente.
Lo ideal es hacer un sistema que los economistas llaman “ventaja comparativa”, en donde cada uno es responsable de lo que mejor sabe hacer.
Por ejemplo, si una parte sabe comprar mejor los alimentos se debe hacer cargo de ello; mientras que la otra parte quizás sea mejor en temas de limpieza y debe ocuparse de ese tema.
Con este método cada uno hará mejor las cosas por un bien común y este es un buen hábito, que, de seguro, pueden adoptar.
2. Esperar a que la pareja esté de humor.
Ya sea en temas de intimidad o temas comunes, muchas veces lo mejor es esperar, pero esta política puede llevarnos a largas e inútiles esperas.
Expertos proponen que en estos casos la pareja no debe buscar, incitar y hasta provocar al otro; ya que la pareja no tiene el poder ni las facultades de cambiar de ánimo a su cónyuge, ella tiene ese control.
Lo ideal es hablar las cosas en el momento o pactar un horario para hacerlo, pero no prolongarlo demasiado.
3. Dejar que una mala racha los afecte.
Las relaciones tienen altas y bajas inevitablemente, pero el error está en dejarse afectar por una mala racha y esperar que pase sola.
En esos momentos malos y de crisis hay que actuar y tomar el toro por los cuernos, expresar apoyo y brindar ayuda.
4. Continuar una discusión.
Aunque existe la creencia de no ir a la cama enojados, muchas veces una larga discusión sólo desgasta a la pareja con pocas probabilidades de una solución rápida.
Lo mejor es esperar el día siguiente cuando los ánimos están más calmados, ha existido tiempo para reflexionar y retomar la conversación con menos pasión.
5. Asumir que el otro sabe lo que queremos.
Si bien es cierto muchas parejas intuyen lo que pasa, en algunas ocasiones es imposible leer lo que está sucediendo por la cabeza de tu pareja.
En este caso la comunicación debe ser transparente y directa, hacer saber a tu pareja lo que realmente necesitas y quieres, no esperar a que lo adivine.
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