Desde hace años hay un debate sobre las atenciones que los hombres suelen tener con las mujeres y el feminismo, confundiendo a más de uno.
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Hoy en día es normal sentirte confundido si una mujer espera que le abras la puerta o no saber si debes pagar la cuenta, con la mejor intención de no ofenderla y respetar su feminidad, dándole el lugar equitativo que toda mujer merece.
Y aunque la percepción de estos hábitos dependerá mucho de cada mujer, hay algunos modales que nunca van a pasar de moda y que no tienen nada que ver con superioridad de género sino con mera y simple educación.
Eso sí… éstos no aplican en el ámbito de los negocios, recuerda que en el ámbito profesional no existen géneros.
Pero en nuestra vida cotidiana sí puedes seguir mostrando estos modales que te hacen ver como todo un caballero:
1. Respetar el espacio
Disfrutas del tiempo en compañía, sin embargo, entiendes que todo tiene un momento y un lugar para ser.
2. Hablar de manera directa pero sin groserías
Ninguna relación es la misma una vez que se cruza la línea del respeto. Evita caer en lo vulgar y usa las palabras correctas para expresar lo que quieres decir.
3. Transmitir el aprecio
Es importante que una mujer sienta tú cariño, de la misma manera que para ti es importante sentir el suyo. Es de hombres saber expresar lo que sientes.
4. Pensar en la equidad
Finalmente, a las mujeres les gusta ser tratadas como iguales. Les gusta que las reten intelectualmente, les gusta crear conversación y que sepas que ellas también pueden pagar la cuenta, aunque te puedas ofrecer de vez en cuando.
5. Abrir la puerta
Este gesto nunca pasa de moda, sobre todo en el mundo de las citas. Aunque hoy en día aplica más para subir al auto que para bajar de él (porque es ridículo que tengan que esperarte a que des la vuelta para salir), pero es un gesto amable y educado, igual que dejarlas pasar primero. Es lo que harías con cualquier persona, y es elegante hacerlo con la mujer que te acompaña.
6. Prestarle tu saco
Si hace frío y ella no trae con qué cubrirse, es educado de tu parte ofrecer tu saco o chamarra. Independientemente de las ideologías de cada quién, el cuerpo masculino resiste mejor las bajas temperaturas que el femenino (mera biología), así que no se asume como un gesto de superioridad sino de humanidad.
Si te fijas, todos los modales que mencionamos son aquéllos en los que no se pone en riesgo el difícil balance que se está logrando entre hombres y mujeres.
Son gestos que no parten de un supuesto machismo, sino de mera amabilidad, la misma que tendrías con otro caballero y claro, con una dama.
Y tú, ¿eres un caballero?
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