¿Qué tan malo (o bueno) es ser un hombre testarudo? Si te consideras así, te diremos qué es lo que debes tener presente, sobre advertencia no hay engaño.
Te puede interesar
Sube tu nivel de energía en sólo 60 segundos
Conoce el ahorro hormiga, una opción para no acabarte el aguinaldo
En nuestro Facebook tenemos contenidos similares, visítanos.
Eres un hombre testarudo cuando…
1. Crees que siempre tienes la razón.
2. Incluso, si sabes que no tienes la razón, no lo admites en voz alta
3. Te molestas cuando no obtienes los resultados que cumplen tus expectativas.
4. Aunque te quedas sin argumentos, sigues defendiendo tu punto de vista.
5. Si te sientes cuestionado, te pones a la defensiva.
Bien, si lo anterior te define, es momento de hacer introspección y que seas consciente de qué tan arraigado tienes este rasgo y si realmente estás bien con ello o preferirías evitarlo.
Consecuencias de ser testarudo
Complicas la comunicación
Hablar contigo no resulta nada alentador, puedes generar que la gente sólo se acerque a ti por cuestiones específicas.
¿Te tratan con pincitas?
Quizá provoques que la gente se acerque a ti con pincitas, es decir, que se vean en la necesidad de plantearte las cosas con cuidado para que no tengas una reacción testaruda, ¿te imaginas lo que estás proyectando?
Por otro lado, es evidente que no todas las personas van a hacer el esfuerzo de tratarte de forma especial, mientras algunos decidan mejor no tratarte, habrá otros que prefieran tratarte parejo y asumir las consecuencias, a final del día, ellos saben que quien manifiesta algo complejo de su personalidad, eres tú, no ellos.
Quemas las naves
¿Has escuchado la expresión de «quemar las naves»? Esta expresión es bastante famosa, incluso, la Real Academia Española (RAE), la reconoce y define como: «Tomar una determinación irreversible».
Al estar tan necio en algo, estás cerrándote a otras opciones, incluso, a personas.
Te cuesta aceptar tu error
Al creer que tienes razón, estás omitiendo que no eres perfecto y que lejos de aprender del error o de la experiencia, prefieres instalarte en la necedad, lo que te impide crecer.
Defender tus ideas, convicciones, hábitos o quien tú eres, no tiene algo malo, el tema es que también hay que aceptar el cambio, la diferencia y la oposición sin tomarlo personal.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.