Si estás dejándote al último estás cometiendo un error y necesitas estar consciente de que hay ciertos errores que se presentan disfrazados de bondad, si bien, los cometemos con la mejor intención, también necesitamos encontrar lo que hay en el fondo de la situación para valorar si aportan o restan bienestar.
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Y, es que aceptémoslo, la palabra bienestar se ha vuelto importante, engloba muchos aspectos de nuestra vida, no sólo nuestra salud, sino el equilibrio que podemos obtener en las áreas de nuestra vida para sentirnos estables y completos.
Mientras la vida sucede, nos vamos llenando de responsabilidad y actividades que aclaman nuestra energía y concentración, sin embargo, a veces es sano parar y reflexionar, ¿lo estamos haciendo bien? ¿Lo estamos haciendo bien para quién? ¿Somos nuestra prioridad?
En ese caso, la respuesta es compleja, sobre todo cuando la vida adulta nos expone en situaciones que hay que cumplir sin más opción.
Así que, date un break y encuentra en lo siguiente si necesitas reacomodar todo y poder reubicarte como tu prioridad, no por egoísmo, sino por salud y necesidad.
7 señales de que estás dejándote al último
1. Estás agotado.
Si estás cansado todo el tiempo, en la mañana no quieres levantarte de la cama o por la noche ya quieres descansar a las 9 pm.
2. Necesitas ayuda pero no quieres pedirla.
Por momentos quisieras que alguien te ayudara o le entrara al quite contigo para resolver lo que tienes que hacer, pero, no te animas a hacerlo o no encuentras a la persona que podría apoyarte.
3. Tienes complicaciones de salud.
Te estás sintiendo mal, te duele la cabeza o te enfermes de gripa o del estómago con frecuencia.
4. Olvidas cosas básicas.
Estás tan «distraído» haciendo mil cosas a la vez que olvidas cosas.
5. Te sientes estresado.
El estrés es una constante en tu vida, por lo tanto, andas acelerado y quizá medio neurótico.
6. Tienes poca calidad de sueño.
Cuando duermes pero no descansas, te da insomnio o estás despertándote varias veces durante la noche.
7. Presentas cambios de ánimo.
Son cambios de ánimo que no entiendes, estás irritado y poco después te sientes triste o alegre pero de la nada te sientes nuevamente molesto.
En resumen, no estás sintiéndote feliz en tu presente, lo que significa que necesitas replantear lo que estás haciendo de la manera en la que lo estás ejecutando.
El estar dejándote al último no permitirá que puedas estar al 100 o disponible para cumplir con tus pendientes.
Recuerda que para poder estar para alguien más, necesitas estar primero para ti.
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