Si crees que todas las personas que conoces te envidian y siempre hablan de ti, es momento de bajarte de tu nube.
O mejor dicho, de dejar de ser un hombre narcisista, porque solo te está haciendo quedar mal y provocar que no tengas éxito y que los demás te vean como un fracaso que está desesperado por atención.
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Los demás no te envidian, solo tienen pena de ti y de tus acciones llamativas que no te llevan a ningún lado y que solo te hunden.
Es momento de que veas la triste realidad y notes que los demás no te consideran competencia o un ser superior, sino uno más del montón.
Ellos no te envidian, tú eres el que se ha hecho esa idea en la cabeza, porque el ego te ha dominado y ha provocado que veas cosas que no existen…
5 señales de que crees que los demás te envidian, pero en realidad nadie te hace caso
1. Siempre estás presumiendo lo que no tienes.
Crees que los demás te envidian porque siempre hablas de tu inteligencia, atractivo, la lujosa vida que te das o por todo lo que aseguras tener.
Pero la realidad es que nadie te toma en serio y ni siquiera te nota, porque solo te dedicas a hablar, pero nunca a demostrar.
Crees que no hay necesidad de mostrar las cosas con hechos porque tu “grandiosidad”, lo demuestra, pero no es así, solo deja ver que estás fingiendo y que no eres nadie importante.
2. Quieres llamar la atención.
Y no lo haces de una forma natural, elegante ni correcta, solo buscas que los demás te vean y lo haces de una forma desesperada.
No importa si te humillas o le haces esto a otros, crees que debes mostrar tu poder, pero solo logras que vean tu mediocridad e ignorancia.
Lo peor de todo es que crees que no hay publicidad mala, por lo que te agrada que hablen mal de ti, para que te sientas relevante.
Y créenos que un hombre inteligente no quiere estar en boca de todos por razones equivocadas.
3. Inventas historias para impresionar.
Aseguras que los demás te envidian, pero solo te están siguiendo el juego al escuchar tus mentiras.
Sí, te están dando el avión porque te consideran patético y no porque crean que tienes algo de valor.
Ellos saben de sobra que tus logros o maravillosas hazañas son producto de tu imaginación y que solo hablas por hablar.
Buscas impresionar, pero solo logras que los demás sientan lástima por ti, porque ya nadie te cree, solo te consideran un mediocre que quiere sobresalir a toda costa.
4. Imitas la vida de alguien más.
No solo eres conocido por inventar cosas o asegurar que has logrado maravillas cuando no hay prueba de ello.
También porque sueles robarte el crédito del éxito de otra persona, has decidido crear una vida a base de una mentira.
Y lo haces porque crees que a esa persona sí la envidian y quieres que los demás hagan lo mismo contigo.
Sin embargo, no te das cuenta de que no sienten envidia, sino respeto, cosa que tú nunca lograrás inspirar.
5. Te crees grandioso, pero no has hecho ni lo mínimo.
Tu narcisismo y delirio de persecusión te han hecho creer que todo el mundo te tiene envidia porque eres un ser superior y magnífico, pero esto no es así.
Porque para ser grande, debes trabajar y ser constante, cosas que tú nunca has hecho en tu vida.
Dices ser el mejor, pero nunca has sido capaz de hacer lo mínimo, por lo que nadie te ve ni te considera grandioso, eres tú quien cree que lo eres, pero todo es un engaño de tu imaginación y mediocridad.
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