Si en este 2022 quieres cambiar de trabajo o ya estás en un nuevo y quieres que resulte bien, es importante cuidarlo desde el inicio.
No se trata solo de que le caigas bien a todo el mundo o que quieras ser el favorito de tu jefe, sino que destaques por tus habilidades y no por tu mala actitud.
Te recomendamos:
7 preguntas que, por la pandemia, pueden hacerte en una entrevista de trabajo
4 tips para tomar decisiones importantes (para lograr el éxito)
Encuentra en el Facebook de Personalista más contenidos similares
Muchas veces, cuando entramos a un nuevo trabajo queremos darlo todo, impresionar con nuestro talento o hacer demasiado para ser notados.
Sin embargo, esto podría limitarnos o ponernos el pie en vez de ayudarnos a lograr nuestros objetivos tanto personales como labores.
Si quieres impresionar, crecer en ese lugar o ser considerado más adelante para un nuevo puesto y sueldo, es importante que no cometas estos errores:
5 acciones que no debes cometer al entrar a un nuevo trabajo
1. Exigirte demasiado.
Cuando entramos a un nuevo trabajo estamos motivados, no solo por la expectativa de un nuevo reto en nuestra vida, sino porque queremos hacerlo mejor.
Sin embargo, no debes darlo todo en tu primera semana o mes de trabajo. Ser demasiado duro contigo en los primeros días y estar dispuesto a todo, solo acabará con tu energía.
Si está en tus manos, da más de lo que te piden, pero no todos los días ni con todas las personas.
Debes demostrar tu talento, pero no llenar las expectativas de los demás.
2. Resultados inmediatos.
Apresurarte o forzarte a dar resultados nunca vistos no es nada positivo para ti. Porque con el tiempo se te pedirá más.
Puede ser que tengas la creatividad y el talento para darlos, pero llegará un punto en donde sentirás que solo se te exige más y más, por el mismo sueldo.
3. Robarte la atención.
Sí, eres el nuevo y quieres formar parte del equipo o tener una sana convivencia. Sin embargo, eso no es lo mismo que forzar las cosas y hacer que todos te quieran.
Ser el “payasito” de la oficina, darles regalos o invitarles el desayuno a tus compañeros de trabajo no te ayudarán a impulsar tu éxito.
Tampoco serás visto como alguien agradable o un buen compañero, sino alguien que quiere encajar o que puede ser “utilizado” a su conveniencia.
4. Cerrarte a tus labores.
Fuiste contratado para cumplir ciertas labores, pero eso no significa que no te intereses en lo que hace tu empresa.
Cerrarte a hacer tus actividades y no involucrarte más allá, no hablará bien de ti.
¡Ojo!, no se trata de que hagas el trabajo de los demás o de que quieras hacer todo, sino que estés abierto y dispuesto a conocer más allá de lo que haces todos los días.
5. Tener metas poco realistas.
Esto implica que quieras ser jefe en una semana o que prometas cosas que no puedes cumplir. Sí, eres nuevo y tienes “ojos frescos”, pero esto no se traduce a que lo sepas todo o quieras fingir que es así.
No te estamos diciendo que bajes tus expectativas de vida o que nunca las lograrás, sino que no prometas nada, mejor cúmplelas.
Es decir, no te enfoques en las palabras, sino en realizar acciones poderosas, tu trabajo hablará más por ti.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.