Definiciones de éxito hay varias, pero en todas aplica lo que te vamos a contar ya que pequeñas diferencias acumuladas pueden hacer una gran diferencia entre concretar el éxito y no lograrlo.
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Queremos darte una lista de hábitos que tienen la apariencia de ser inofensivos, sin embargo, cuando se repiten con frecuencia o se acumulan todos en la misma persona, el éxito se aleja.
1. Ser una persona negativa.
Si todo el tiempo eres una persona negativa, podrías atraer ese tipo de resultados o simplemente cerrarte las puertas por ciertas expresiones.
Incluso en tu misma personalidad puede reflejarse que no eres una persona entusiasta, lo cual puede generar desconfianza.
2. Impuntualidad.
Si eres de las personas a las que se les hace súper difícil llegar a la hora precisa en una cita, no queremos imaginar qué pasaría si tuvieras que llegar 10 minutos antes…
Bueno, de hecho es algo que deberías de cambiar pues, si es tu caso, la impuntualidad no siempre es símbolo de creatividad, más bien es una señal de la falta de organización y planeación.
3. Tener tus espacios hechos un desastre.
Nos referimos a todos los sitios en los que pasas tiempo de calidad, por ejemplo, tu recámara, tu escritorio e incluso la tina de tu baño.
Si tienes personal de limpieza que pueda lavar los trastes por ti, podrías salvarte de este punto, sin embargo, reflexiona el punto en el orden que tienes, por ejemplo, en los archivos de tu computadora.
4. Revisar el celular en una reunión.
Esto más que un hábito es un vicio que debes de abandonar. Voltear a ver tu celular en determinados momentos es bastante desagradable, no sólo deja una mala impresión, reflejas que te interesa poco la reunión y sus asistentes.
5. Interrumpir.
Si aprender a escuchar es un reto, aprender a callar en un arte que debes dominar. Interrumpir es de mala educación (seguramente te lo dijeron tus abuelos).
6. Ser un sabeloto.
Uno de los principales oponentes del éxito es la arrogancia. El que es humilde no se cansa de aprender, de reflexionar, de escuchar…
7. Presentarte en malas condiciones.
Y por decir malas condiciones nos referimos a ir con unas copas o drogas en las órbitas de tus ojos. Puedes aprovechar las happy hours sin dejar de ser profesional, ¿no?
8. Hacer juicios anticipados.
Ya sea por la apariencia de alguien o por escupir tu comentario de manera imprudente, recuerda que es mejor callar, escuchar, pensar y hablar.
9. Que los otros te valgan un pepino.
Sabemos la importancia que tiene tu opinión y ser íntegro en cualquier circunstancia, sin embargo, esto no está peleado con ser considerado con los que te rodean.
Por poner un ejemplo sencillo, supongamos que estás en un cuarto trabajando con tus socios, a menos que ellos lo pidan o estés seguro de que no tienen inconveniente, no deberías de escuchar tu música en un volumen alto, para eso están los audífonos.
Quizá ellos necesiten algo de silencio para concentrarse en sus tareas o simplemente no desean escuchar tu playlist.
No culpes a otras personas de lo que tú mismo provocas con las áreas en las que todavía tienes que trabajar.
**Tips Personalista**
-Siempre que des una crítica no sólo veas lo negativo, una verdadera crítica constructiva recupera 3 cosas: algo positivo, algo interesante y lo negativo.
-No evadas el contacto visual, es muy importante ver a las personas a los ojos.
-Recuerda que siempre hay algo nuevo que aprender y puede venir de quien menos lo esperas.
-Sé persistente.
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