Tal vez, esto no le guste a tu jefe y a algunos compañeros, pero para tener éxito no debes quedarte hasta tarde en tu trabajo.
Sí, deber ser productivo, cumplir con tus actividades y esforzarte al máximo para cumplir tus metas, pero “ponerte la camiseta” ,“dar la milla extra” o “apoyar a la empresa”, no te hará exitoso y menos millonario.
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Lo sabemos, el listado de pendientes es infinito, hay presiones, llamadas y peticiones de otros que llegan de forma constante y las horas de trabajo se alargan cada vez más. Por lo que parece imposible salir a una hora decente.
Pero también debes tener presente que si siempre te quedas hasta tarde no serás visto como alguien productivo, valioso o un gran empleado, sino como alguien que no sabe gestionar su tiempo o del que se pueden aprovechar y pedir más, sin recibir una compensación.
Está bien que mantengas una moral de trabajo alta y que estés comprometido con tu empleo, sin embargo, continuar como lo estás haciendo te pone en un escenario en el que vas a perder.
Por esto, es momento de que veas que quedarte hasta tarde en tu trabajo no es la solución para volverte exitoso…
Razones por la que no debes quedarte hasta tarde en tu trabajo
1. Tu trabajo no es todo en tu vida.
No hay nada de malo en que sea lo principal en tu vida, o lo que más amas en ella, pero no puede serlo todo.
Porque si permaneces 24/7 bajo la misma dinámica y exigencia, puedes llegar a olvidar la pasión que te atrajo en primera instancia hacia esa labor.
Cuando vives los resultados fuera de tu trabajo es cuando ganas la perspectiva necesaria para recordar porqué amos lo que haces y cuánto quieres seguir haciendo lo que haces.
Así que si te apasiona lo que haces, tienes más motivos para darte espacio de vida personal de lo que imaginas.
Incluso, si te das el tiempo y te atreves a darte más tiempo a ti y a tu vida, verás que tienes muchas cosas que te hacen feliz y que te pueden dar más éxito que tu trabajo.
2. Más tiempo no es igual a mejores resultados.
Lo sabemos, hay momentos en los que necesitamos pasar horas extras y dedicárselas a nuestras metas o para terminar nuestras actividades.
Pero más horas no es una regla indispensable para obtener mejores resultados.
Por esto es que muchas veces te sientes estancado en tu trabajo y se debe a que has permanecido demasiado tiempo enfrascado en un tema sin tener perspectiva, frescura y creatividad.
Por lo tanto, si tu trabajo te exige más, regálate unas horas para compartir con tu familia, amigos o pareja, para hacer ejercicio o disfrutar de lo que te gusta para después volver con mejor enfoque y salud mental.
Ya que, si te aferras a seguir adelante y estar más horas atorado en un problema que no has podido resolver, se volverá más complicado si no eres capaz de tomarte un respiro.
Ten presente que, hay ocasiones en donde debes soltar algo y despejarte de él, para encontrar la solución e incluso, hacerlo de mejor forma.
3. El balance provoca respeto y compromiso.
Cuando eres un hombre que sabe balancear su vida laboral y personal, tienes más motivación, energía, conocimiento, perspectiva y vida.
Incluso, si quieres ser un líder, debes saber equilibrar lo profesional con tu vida fuera del trabajo.
Porque difícilmente vas a inspirar compromiso siendo el jefe que no tiene vida propia y que solo está encima de sus colaboradores exigiendo más.
Mientras que si eres un jefe o empleado que da soluciones, permite el desarrollo de sus colaboradores y tiene un balance en su vida, despertarás la atención de tu equipo y jefes.
Serás ese hombre que inspira y que demuestra que no es necesario estar todo el día o hasta tarde en el trabajo para tener éxito.
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