Muchas veces creemos que las personas inteligentes son aquellas que se levantan muy temprano para realizar sus actividades, sin embargo, no siempre es así.
El desarrollo tecnológico ha cambiado los hábitos nocturnos de las personas, sobre todo de aquellos que tienen un cerebro privilegiado.
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El psicólogo evolutivo Satoshi Kanazawa lleva muchos años estudiando la relación entre el sueño y la inteligencia.
Él explica que los hábitos de actividad y descanso dependen del ritmo circadiano, el cual se regula en los núcleos supraquiasmáticos dentro del hipotálamo cerebral.
Las personas inteligentes se duermen tarde, pero no son las más felices
Kanazawa cree que nuestro estilo de vida permite a cada persona “reprogramar” su propio ciclo de actividad de acuerdo con sus necesidades.
Sin embargo, después de estudiar los hábitos de sueño de un grupo de participantes desde la infancia hasta su vida adulta, Kanazawa encontró que los niños más inteligentes tienden a convertirse en adultos noctámbulos.
“Aquellos con un coeficiente intelectual (IQ) infantil menor a 75 se van a la cama alrededor de las 23:41 en las noches de entre semana durante el principio de la adultez.
Mientras que aquellos con un IQ infantil mayor a 125 se duermen alrededor de las 00:29”, mencionó el psicólogo.
Las personas más inteligentes pueden lidiar mejor con actividades nuevas dentro de nuestro esquema evolutivo.
Pero, mantener un estilo de vida con pocas horas de sueño puede ser perjudicial para el estado ánimo y para la salud en general.
El sueño es la mejor medicina…
La doctora en psicología Dona Matthews destaca que la inteligencia no lo es todo.
Factores como la atención, la memoria, la regulación de emociones y la creatividad también se asocian a un buen esquema de sueño.
Una buena rutina de sueño está ligada a diversos beneficios físicos y sociales: un mejor desempeño académico, juicios más racionales además de una mejora en el sistema inmunológico.
Incluso, expertos aseguran que dormir y descansar podría levantarte el ánimo, hacer que te sientas mejor y tener un buen humor, por lo que te sentirás más feliz con tu vida.
Lo mejor es que descanses 8 horas al día y permitas a tu cuerpo y cerebro relajarse para así darlo todo al día siguiente.
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