Por mucho tiempo nos han hecho creer que tener malos hábitos es algo negativo y que los defectos nos convierten en malas personas, sin embargo, esto no siempre es así.
Estudios ahora existen ciertos hábitos vistos como “malos” y que están claramente vinculados a un mayor coeficiente intelectual.
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¡No es una broma!, algunos malos hábitos pueden ser un reflejo de que eres una persona muy inteligente y que tus capacidades son superiores al promedio.
3 “malos hábitos” que reflejan que eres una persona muy inteligente
1. Despertar tarde.
Un estudio publicado en Psychology Today explica cómo todos los animales atraviesan virtualmente un ciclo diario de actividad denominado “ritmo circadiano”.
Que les ayuda a saber cuándo dormirse y cuándo despertarse.
Los humanos tienen la habilidad especial de anular este ritmo solo si lo desean, consciente y cognitivamente.
Esto implica que los humanos pueden determinar si quieren ser búhos o alondras de la mañana.
Un análisis de los jóvenes estadounidenses mostró cómo las personas menos inteligentes se van a dormir temprano y se despiertan temprano.
Mientras que sus las más inteligentes eran nocturnas y se despertaban tarde en las mañanas.
Por lo tanto, quedarse hasta tarde significa que eres más brillante que el resto.
2. Decir groserías.
Maldecir, se ve a menudo como una señal de que el hablante carece de vocabulario, no puede expresarse de una manera menos ofensiva o incluso carece de inteligencia.
Sin embargo, la realidad es otra.
Un estudio realizado por investigadores del Marist College de Nueva York desafía este estereotipo al explicar cómo las personas que obtienen puntuaciones más altas en el medidor de CI tienen el hábito frecuente de maldecir.
El estudio destaca que decir muchas groserías, refleja mayor habilidad retórica que la necesidad de los individuos normales de suprimir los déficits verbales.
Maldecir expresa las emociones crudas de un individuo, aquellas que no han sido filtradas.
Por lo tanto, estos individuos realmente revelan cómo se sienten y, en consecuencia, son más honestos que los que no lo hacen.
Decir groserías alivia el estrés emocional y físico y quita el dolor, por eso te sientes mejor después de maldecir en una situación desafortunada.
3. Habitación desordenada.
Un psicólogo de la Universidad de Minnesota descubrió que una habitación desordenada y la inteligencia van de la mano.
Si no estás ocupado limpiando tu habitación y organizando cosas, podría ser porque estás ocupado con tareas más importantes a la mano.
Un ambiente desordenado da paso al desbordamiento de la creatividad en las personas.
Kathleen Voghs, una científica psicológica asoció entornos desordenados con la ruptura de la convención.
Este lío te permite alimentar nuevas ideas y pensar realmente fuera de la caja, mientras que el ambiente ordenado se adhiere al pensamiento convencional y tradicional.
“Todos nacen con un instinto de éxito y capacidad para lograrlo, pero solo los que piensan fuera de la caja tienen éxito”, menciona.
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