¿Los niños deben usar celulares?
Estamos muy conscientes de que entre las actividades laborales que tenemos como padres, dentro y fuera de la oficina y el apoyo por parte de nuestras parejas, la tecnología parece un medio práctico para entretener a nuestras hijas e hijos.
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El problema es que si se hace en extremo o sin supervisión, mucho tiempo frente al televisor, en la computadora, con la tableta o con el teléfono celular, puede traer consecuencias a los pequeños.
Por ello, queremos darte 10 razones para convencerte de una vez por todas de que el uso que le dan los niños a los dispositivos tecnológicos debe ser reducido, según un estudio de la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría:
1. Daña el desarrollo cerebral de los niños de 0 a 2 años.
La exposición excesiva de los niños a los dispositivos puede acelerar el crecimiento cerebral de los pequeños, dando como resultado:
Déficit de atención, problemas de aprendizaje, retrasos cognitivos, aumento de la impulsividad y de la falta de autocontrol, es decir, berrinches.
2. Disminuye su capacidad intelectual.
El exceso en el uso puede bajar el rendimiento académico, la alfabetización y la atención, además de reducir la concentración y la memoria.
3. Aumenta la probabilidad de desarrollar obesidad infantil.
El uso de la tecnología supone poca actividad física pues no se requiere esfuerzo físico para su interacción, así que no se ven en la necesidad de ejercitarse corriendo tras un balón o saltando la cuerda.
4. Crea alteraciones del sueño.
Estudios (e incluso la vida común) han evidenciado que los niños que tienen a la mano aparatos tecnológicos descuidan sus horarios de descanso, pues si cuenta con una televisión o consola de video juegos en su cuarto, es más fácil que se desvelen haciendo estas actividades.
El no dormir lo suficiente puede repercutir en su rendimiento académico.
5. Aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades mentales.
Estudios comprueban que el uso excesivo de las nuevas tecnologías está aumentando los casos de problemas de conducta infantil, esto se refleja en el incremento de tasas de depresión, ansiedad infantil y trastornos de vinculación, trastorno bipolar, déficit de atención y psicosis.
6. Presentan conductas agresivas.
La supervisión es fundamental, pues si no se hace, los niños podrían imitar comportamiento de lo que ven en la televisión, internet o videojuegos.
7. Disminuye capacidades sociales.
Si entre adultos conocemos a personas que no pueden dejar de ver su celular, en un niño el efecto tiene desde una edad más temprana el mismo efecto, pues también es una manera de aislarse de su entorno.
8. Crea una adicción infantil.
Estudios demuestran que 1 de cada 11 niños de 8 a 18 años son adictos a las nuevas tecnologías.
9. Se exponen a demasiada radiación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mencionado que los teléfonos celulares son una fuente considerable de radiación y los niños llegan a ser expuestos en edades tempranas. Recordemos que esta radiación es un factor que interviene en la aparición de enfermedades como el cáncer.
10. Sobreexposición.
El exceso en el uso de los dispositivos tecnológicos puede crear niños vulnerables, explotables y expuestos a los abusos.
Según los especialistas del estudio, los niños de 0 a 2 años no deben estar en contacto con la tecnología; los niños de 3 a 5, pueden acceder a ésta 1 hora diaria; de los 6 a 18 años, el tiempo ideal es de 2 horas al día y sobre todo, los padres supervisar las temáticas de los contenidos hasta los 13 años.
Sabemos que cada vez más, los niños son más inquietos y tienen interés en lo que les rodea, nos parece que se debe encontrar un equilibrio y sobre todo, supervisar los temas e inculcar valores que aminoren los efectos de la tecnología.
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