Es momento de organizar tu tiempo:
El síndrome de “no puedo, tengo cosas que hacer” o “estoy demasiado ocupado” nos mantiene atados a una cadena interminable de responsabilidad excesiva.
Seguramente te ha sucedido que constantemente dices que no a compromisos familiares, sociales e incluso personales porque, el tiempo pasa demasiado rápido.
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Es posible que tu mente se sienta ocupada y llena de cosas, pero en realidad el tiempo del día es más que suficiente para lograr cumplir con tus compromisos.
La enseñanza zen que te ayudará a organizar tu tiempo y disfrutar de la vida
La filosofía zen ha trabajado durante siglos en el cultivo de la calma y la paz en el alma humana.
Kodo Sawaki, divulgador del zen japonés, consideraba que las personas debían deshacerse de las cadenas del mundo material y que esto las llevaría a eliminar los pensamientos obsesivos que les impiden regresar al autoconocimiento.
Sawaki afirmaba que “la mitad de lo que la gente hace en su vida no tiene sentido y es un derroche”.
Esta perspectiva no busca alimentar la idea de una vida sin propósito, sino que más bien exhorta a considerar que la teoría “a mayor esfuerzo serás mejor” no es una ley de vida.
Es una invitación a trascender las circunstancias que vives día a día para detenerte en aquellas que te otorgan momentos de valor inigualable.
No conviertas en realidad la sensación de que no tienes tiempo. Abre las posibilidades y aprende a tener un equilibrio entre lo que no es necesario y lo que suma valor a tu existencia.
Comienza a organizar tu tiempo y detecta los problemas
El primer paso para acabar con este hábito será identificar los elementos que te hacen parte de la ola de seres humanos sin tiempo libre.
No bastará con que digas sí o no a los puntos de la siguiente lista: fluye hacia una introspección y reconoce el impacto de estos componentes en tu vida.
1. Tú resuelves todo.
Dices que sí a cualquier compromiso laboral, sin importar que sea una carga mayor para tus posibilidades.
Te cuesta decir que no, no porque te sientes incapaz o por las consecuencias, sino porque te duele no ser tú quien lo resuelva o esté a cargo de ello.
Ten en mente que menos, es más. Hacer mucho no significa que lo estás haciendo bien; concéntrate en poco, pero pon todo tu compromiso en ello. El tiempo libre depende de ti.
2. Siempre debes estar haciendo algo.
Un momento de descanso puede sentirse como una pérdida de productividad.
Si un día tu agenda parece estar un poco libre y manejable, buscas la forma de llenarla con algo.
Tu hábito mental de “siempre estar ocupado” no te permite descansar y fuerza la aparición de nuevas cosas para saciar una lista que jamás terminará.
3. Evitas conectar con actividades que tengan un significado.
¿Cuántas cosas de las que haces tienen un motivo real para tu vida?
Cuando el único propósito de tu vida se ha vuelto cumplir con tareas, todo pierde el sentido.
Es muy simple tachar y agregar compromisos a la lista sin profundizar en alguno.
Te conviertes en una hormiga trabajadora que no cuestiona su comportamiento y sólo actúa por inercia.
4. Evitas la conexión personal.
Una forma de alimentar tu mente y hacer que se sienta satisfecha con el trabajo es recompensándola con actividades que nutren tu felicidad y tu intelecto.
No vivas a través de la rutina, encuentra los detalles que pueden hacer más significativa tu agenda y encuentra lo que te llena verdaderamente.
No te sientes feliz si no cumples con tus actividades…
Nunca estás satisfecho porque piensas que pudiste hacer más. Este elemento afecta seriamente tu percepción sobre la capacidad que tienes para hacer las cosas.
Como nunca hay un efecto de satisfacción por haber logrado algo, terminas por lamentarte por la falta de cumplimiento.
La narrativa mental no te deja reconocer tus logros.
La única manera de limitar este componente es a través de liberar el pensamiento de la narrativa tóxica.
Esto no será sencillo, pues vives acostumbrado a trabajar de acuerdo con lo que dicta tu cerebro.
La clave es cuestionar si lo que haces es productivo o no para el crecimiento de tu vida.
Debes organizar tu tiempo para liberarte
Encuentra una nueva forma de ser tú, de sentir una satisfacción nueva al conseguir algo significativo.
Trabaja en ti mismo, reconoce cada uno de los factores que determinan tu hábito de siempre estar ocupado y transforma a este último en un hábito de libertad y autoconocimiento.
Aprende a generar tiempo libre.
El poder está en ti, tú decides hasta qué punto llegar y cómo navegar en las aguas de la vida.
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