Lo sabemos, es frustrante que perdamos o que las cosas no salgan a nuestra manera, pero debes recordar que no es el fin.
Hoy lo intentaste y te tocó aprender, y aunque sientes que perdiste todo y ya no hay marcha atrás, es momento de tomar un respiro.
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Principalmente para ser amable contigo, recordar que has llegado muy lejos y para crear un p lan de acción para hacerlo mejor en la siguiente ocasión.
Tal vez, ya no quieras intentarlo o creas que volverás a equivocarte, pero no debes enfocarte en lo negativo, sino que la posibilidad de que puedes ganar mucho en esta segunda oportunidad.
Por esto, a continuación te diremos qué debes recordar en esos momentos en los que la vida te jugó una broma y sientes que perdiste, para que te recuerdes que tienes todo para triunfar…
Lo que debes recordar cuando las cosas no resultan como esperas
1. Ve a tu ritmo
Nunca es demasiado temprano o tarde para empezar. Todos somos diferentes y tu camino al éxito también lo es. Así que ve a tu propio ritmo.
Debes recordar que lo intentaste, diste un salto a lo desconocido y aunque no resultó como esperabas, fuiste de los pocos que se atrevió y eso ya te convierte en ganador.
Por esto, es válido que te tomes un tiempo para recuperarte, pero también que confíes en ti y de nueva cuenta vayas por todo.
2. Lo hiciste bien.
Lo creas o no, lo hiciste muy bien y aunque el resultado no fue lo mejor, ibas a la dirección correcta y estuviste a obtener lo que tanto deseabas.
Y tal vez, esto no te parezca un consuelo, porque te quedaste a casi nada, sin embargo, debes ver que talento tienes de sobra y que si no lo lograste es porque era mucho para ti en ese momento.
Es decir, la vida se trata de calidad, nunca de cantidad. Por lo que tenerlo todo en este momento sin el aprendizaje te terminaría dando un golpe de realidad que te deharía sin nada.
Es mejor tener poco y que te sientas dichoso con ello que tener todo y no apreciarlo.
3. Sé responsable.
Es decir, sí eres talentoso, pero eso no es lo único que te ayudará a llegar a la cima. Es importante que trabajes en mejorar y corregir tus errores.
Necesitas adueñarte de tu presente para tener un futuro próspero. No puedes controlar lo que pasará mañana, pero sí puedes trabajar para ser mejor el día de hoy.
Incluso, primero debes resolver lo que has dejado para después, porque fingiendo que no está o que no cuenta, no te llevará a ningún lado.
4. Un «no», no es el fin.
En la vida encontrarás personas que te valoren y vean lo talentoso que eres, pero también estarán las que no puedan verlo.
No permitas que su rechazo se convierta en autorechazo y desconfíes de ti mismo.
El “no” siempre formará parte de tu vida, pero necesitas luchar para obtener el sí, no para convencer a otros, sino para demostrarte a ti mismo que puedes con eso y más.
Tal vez, hoy se te está cerrando una puerta con ese NO, pero también se te abre la oportunidad de trabajar en ti, en tus talentos y en madurar para obtener algo mejor.
5. Deja de aferrarte a la perfección.
Casarte con la idea de ser perfecto o de nunca equivocarte es errónea y perjudicial para tus metas.
Lo quieras o no, vas a cometer errores a lo largo de tu vida, y esto te ayudará a ser más inteligente, audaz, maduro y exitoso.
Porque tus sueños y tu salud mental son más importantes que aferrarte a una idea que no te lleva a ningún lado y que no te dará lo que tanto quieres.
Si cuidar de ti significa decepcionar a alguien, entonces hazlo, y sigue trabajando por lo que tú mereces y quieres.
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