Si sientes que por más que luchas no logras tus sueños y estás a punto de rendirte, es momento de tomar una pausa y reflexionar.
Porque no es el fin de tu meta y tampoco debes creer que todo está perdido. Si no que hay algo que te falta y que necesitas trabajar, para poder seguir adelante.
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Tal vez, tus esfuerzos no estén dando frutos, porque están mal enfocados o direccionados.
Incluso, quieras obtener el éxito porque alguien más lo tiene o quieres demostrarle a alguien más de que eres capaz. Sin embargo, con el único que deberías compararte es contigo mismo.
Si estás a punto de rendirte, te encuentras en una situación difícil o crees que no tienes lo suficiente, debes recordar esto, para así darte cuenta de que lo estás haciendo bien y solo es un bache en tu camino, y debes esforzarte más, no darte por vencido…
5 cosas que debes recordar cuando estés a punto de rendirte
1. ¿Te estás esforzando lo suficiente?
Probablemente quieras rendirte porque sientas que ya hiciste mucho y que aún no has logrado nada y es momento de ver que no es así,
Apenas estás comenzando y te estás encontrando con pequeños obstáculos, pero estás haciendo lo mínimo para superarlos.
Si realmente quieres alcanzar tus objetivos, en todo momento debes dar tu 100%, así no tendrás dudas de que lo diste todo y no podrás reprocharte por no esforzarte lo suficiente.
Sí, sabemos que hay días que te sentirás agobiado, y será difícil darlo todo, pero el punto es que lo intentes y no te quedes en el hubiera.
2. Sé congruente.
Todo el tiempo debes ser coherente, tus palabras y acciones no deben de contradecirse. De esta manera las puertas podrán abrirse y tendrás más oportunidades a tu alcance.
Pero si tú eres tu peor enemigo y todo el tiempo te estás saboteando o solo hablando por hablar, esto causará que las puertas se te cierren.
Puede ser que quieras rendirte porque ni siquiera tú confías en ti mismo, pero es importante que no te des por vencido, sino que trabajes en aquellas cosas que sabes que necesitas mejorar.
Si eres más congruente contigo mismo y con tu vida, verás como las puertas del éxito se te abren.
3. Olvídate de los enemigos imaginarios.
Nadie está en tu contra y lo sabes, quieres rendirte porque tú has cometido errores que te han hecho las cosas más difíciles y es momento de ser responsable de tus acciones.
Incluso, si hay alguien que habla de ti o critica tus acciones, no te lo tomes de forma personal, siempre habrá personas que te criticarán y que quieren verte fracasar, no les des el gusto de que sus palabras te afecten.
Toma lo mejor de esa crítica y conviértelo en algo a tu favor. Ten presente que si están hablando de ti es porque estás haciendo las cosas bien y no es momento de rendirte, sino de seguir adelante.
4. No des las cosas por sentado.
Nunca pienses que la vida te dará lo que deseas por arte de magia o suerte. No supongas que lo sabes todo o que ya no puedes ser mejor.
Siempre puedes aprender algo nuevo y también puedes demostrarte que puedes alcanzar más cosas.
Así que, si sientes que ya no puedes más, es momento de descansar y ver qué estás haciendo bien, qué necesitas corregir o qué debes eliminar de tu vida. Pero no te quedes de brazos cruzados, es momento de actuar y luchar por tu bienestar y sueños.
5. ¿Cómo te verás más adelante?
Antes de rendirte debes tener presente qué pensarás de ti en un futuro ante esta decisión. Te sentirás contento porque fue lo mejor que pudiste hacer y esta elección te trajo mejores cosas.
O te arrepentirás porque tenías todo para triunfar y no pudiste soportar un momento de estrés.
Debes tener presente esto antes de darte por vencido, y no para juzgarte a ti mismo o para atormentarte con la idea, sino para que tengas presente las consecuencias de tus decisiones.
Porque es probable que te quieras rendir cuando aún ni siquiera lo has intentado de verdad ni has dado lo mejor de ti.
Tal vez, solo necesitas tomar una pausa para ganar seguridad y energía y así ir por todo.
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