No necesariamente hay que llevar una dieta descontrolada y llena de calorías para aumentar de peso.
En muchísimas ocasiones, hay otros factores «silenciosos» que sabotean nuestras medidas y que NADA tiene que ver con lo que llevamos a la boca.
Por eso, si sientes que tu régimen alimenticio es el mismo, pero tus medidas aumentan sin razón, te compartimos algunos factores que están influyendo en tu peso y debes considerar…
¡Checa y evalúa cómo funciona tu organismo!
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1. Microbios intestinales.
A veces los desequilibrios en el peso son provocados por los pequeños organismos que viven en las profundidades de nuestros intestinos.
Por lo general, mientras más delgada es una persona, más diferentes y variados son los microbios que habitan en su interior.
La solución es llevar una dieta rica en diferentes tipos de fibras, que incluya cereales, frutas, verduras, semillas, etc.
2. Genética.
Según científicos de la Universidad de Cambridge, el material genético incide en un 40% y 70% en nuestro peso; por lo que esta variable se convertiría en «una especie de lotería» de la vida.
Así, si hay cierta falla en algunos de nuestros genes, eso puede determinar nuestra mayor o menor facilidad para aumentar de peso.
Por ejemplo, los genes pueden determinar la cantidad de calorías que ingerimos, o los alimentos que preferimos consumir.
3. La hora de la comida.
De acuerdo a los expertos, la hora es determinante para el aumento o pérdida de peso.
La mayoría de los especialistas coinciden en que, mientras más tarde comemos, más probabilidades habrá de subir de peso.
Recuerda que el cuerpo está programado para procesar y quemar la mayor cantidad de calorías en el período diurno; cuando hay luz y estás más activo.
4. Tú cerebro.
Es posible engañar a tu cerebro en cuanto a la sensación de hambre.
Por ejemplo, cuando se desea bajar de peso, se recomienda eliminar todas las tentaciones visuales y también dejar de hablar de alimentos y platillos que se desean probar.
Además, se recomienda comer de manera consciente, en cuanto al tipo de comida que se lleva a la boca y las porciones adecuadas.
5. Las hormonas.
Es importante saber que nuestro apetito está controlado por hormonas; por lo que un desbalance en ellas, puede estar afectando nuestro peso.
Lo ideal es descartar esta posibilidad a través de análisis de sangre, y una oportuna consulta médica.
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