En ocasiones, puedes sentirte inconforme con tu vida porque no has logrado todas las metas que deseas o porque pensaste que a los 30 tendrías la vida resuelta.
Sin embargo, este sentimiento puede empeorar cuando tu día a día se vuelve rutinario y te hunde en el fracaso.
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Porque una cosa es sentirte inconforme con tu vida y trabajar para que esté sentimiento se desvanezca y te sientas orgulloso de ti mismo.
Y otra muy diferente que estés inconforme con una vida que tú has creado y no has hecho nada para mejorarla.
Tal vez, no te has dado cuenta o te niegas a ver la triste realidad, pero es momento de que hagas algo al respecto y trabajes por ti y por tu éxito:
7 señales de que te sientes inconforme con tu vida
1. Haces actividades que no te impulsan.
No tiene sentido, son fáciles o te hacen olvidar que no tienes la vida que deseas.
Es decir, solo estás haciendo cosas para pasar el momento o para entretenerte de una forma rápida y vacía.
Sin embargo, esta es una de las razones por las que no avanzas o no logras tus metas, porque tu mente, rutina y actividades no te llevan a nada importante.
2. Tus días son predecibles.
No solo estás en una zona de confort aburrida también has caído en la monotonía, porque todos los días son lo mismo.
El problema es que no tienen un significado ni tampoco te impulsan y menos te inspiran. Te sientes inconforme y te quejas de ello, pero no buscas soluciones.
Y cuando alguien te las brinda, solo lo ignoras o te enojas.
3. Sientes que no deberías esforzarte tanto.
Tú aseguras que estás dando de ti para alcanzar tus metas o para lograr la vida que deseas, pero en realidad hablas mucho y haces poco.
No te estás esforzando y tampoco estás haciendo lo mínimo.
Si realmente quieres cambiar tu estilo de vida necesitas trabajar arduamente y ser disciplinado, porque si no te esfuerzas no llegarás a ningún lado.
4. Prefieres conformarte que perderlo todo.
Cuando has tenido la oportunidad de salir de tu zona de confort, la desaprovechas porque crees que no te beneficiará o terminarás perdiendo todo lo que tienes.
Pero lamentamos decirte que probablemente hasta ahora no has alcanzado nada, así que no tienes nada que perder, pero sí mucho por ganar.
5. Haces cosas sin pensar.
La desesperación y el impulso dominan tu vida, porque jamás te tomas el tiempo de reflexionar, analizar y pensar tus acciones.
Por esto, siempre dices cosas que te hunden o tus acciones están orilladas a tirarte al vacío sin paracaídas.
6. Sientes que alguien debe salvarte.
Estás tan inconforme con tu vida que crees que ya no puedes hacer nada por ti y que por esto alguien más se debe compadecer de tu vida y darte las cosas.
Ser irresponsable e inmaduro solo está provocando que no avances y sigas teniendo la vida que no quieres.
7. Vives soñando, pero no trabajas por tus sueños.
Dicen que los sueños no se cumplen, se trabajan y es verdad.
Porque tú puedes desear muchas cosas o soñar cosas grandes y poderosas, pero jamás se harán realidad si sigues cometiendo los mismos errores de siempre.
Deja de enfocarte en la perfección o en esperar el momento correcto y mejor empieza con lo básico y con esas acciones pequeñas, pero que te impulsarán a obtener todo lo que quieres.
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