Podrás ser mayor y el mejor de la oficina pero estas son actitudes que ante tu pareja te hacen ver como un niño y no como un hombre, ponte pilas.
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A ver, no por ser el mejor profesionista, el que más carga en el gimnasio o el que nunca revisa los precios antes de entrar a un restaurante, somos una pareja madura y ecuánime.
Así que si eres de los que actúa de esta manera con su pareja, eres más un niño que un hombre, bueno, nos veremos gentiles, un adolescente.
Actitudes que ante tu pareja te hacen ver como un niño y no como un hombre
1. Que le dejes de hablar.
Si cada que algo no te parece o surge una discusión eres de los que les deja de hablar a su pareja, necesitas hacer introspección. Esta es una actitud inmadura.
Si bien, no siempre es fácil decir lo que sentimos, incluso, sentir lo que sentimos, necesitamos entender que estar en una relación de pareja se fortalece en las conversaciones incómodas, así que, también trabaja en ti y en poco a poco abrirte con tu pareja.
2. Que la arremedes.
Esto es típico de un niño berrinchudo, se ve fatal en un adulto y peor cuando se lo haces a tu pareja quien seguramente sólo expone algo que no le pareció.
Pero mira, más allá de tu pareja, ¿qué pasa contigo para tomar esta actitud infantil?
3. Que le reproches cosas.
Entendemos que al estar molestos podemos caer en debates pero reprochar algo del pasado o intentar encontrar un argumento para tener la razón es un intento desesperado por «ganar» haciendo sentir mal al otro. ¿Vale la pena?
4. Que te enojes con ella por actitudes de terceras personas.
Esto puede ser hasta inconsciente, por eso necesitas ser imparcial y ecuánime, pero, sobre todo, ser empático con la persona que elegiste para compartir tu vida.
5. Que te hagas el digno y no «cedas».
Dirían por ahí, «estar montado en tu macho», ¿qué crees que vas a ganar con esa actitud? Demostrar tu inteligencia y alta capacidad de solucionar problemas, realmente es todo lo contrario.
Muestras poca inteligencia emocional y más orgullo que interés en el bienestar de la gente que dices amar, incluido tú mismo.
Deja de actuar así y trata de resolver con madurez y empatía. Es un proceso, pero puedes comprometerte contigo para seguir trabajando en tu mejor versión.
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