Si en más de una ocasión tus amigos te dicen que la canción “No es amor” de Aventura te representa, es porque no amas a tu pareja, solo sientes obsesión.
Tal vez, te lo digan de broma o para que comiences a notar que la relación que tienes con tu pareja no es la mejor y te estás equivocando.
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Lo peor es que tú crees que es un amor real, sano y puro, cuando realmente sientes una obsesión por ella, por estar a su lado o porque esté a tus pies.
Que toda tu vida gire en torno a ella o que creas que necesitan estar todo el tiempo juntos, son claras señales de que ahí no hay amor, solo obsesión.
A continuación, te presentamos la diferencia entre estos dos sentimientos:
Diferencia entre amor y obsesión
El amor es una emoción que está asociada a sentimientos como la ternura, el afecto, respeto, empatía, cariño, solidaridad y apoyo.
Mientras que la obsesión suele estar representada por pensamientos negativos, repetitivos e intrusivos sobre un pensamiento o idea.
Esto provoca que te sientas inseguro, ansioso, con temor o deseo de controlar algo o a alguien. Y muchas veces surge de la necesidad de controlar en absoluto a tu pareja.
Expertos aseguran que el amor suma, mientras que la obsesión solo busca el control y ganar a toda costa.
No es un sentimiento sano y menos positivo, solo destructivo.
El amor florece, crece y sana, pero la obsesión marchita, consume y angustia. El amor se trabaja, pero no cuesta trabajo.
Tal vez, creas que no es tu caso y que solo sientes mucho, estás muy apegado a tu pareja o solo quieres lo mejor para ella.
Pero las acciones hablan y dejan muy claro que lo que sientes no es nada bueno y sano.
Para que te des cuenta de la cruel y triste realidad, te decimos cómo se ve la obsesión en una relación de pareja:
7 señales de que no sientes amor por ella (sino obsesión)
1. Pasas encima de tu pareja.
Te has enfocado en creer que el amor es sacrificio y entrega total, y por esto, no te importa el bienestar de tu pareja, solo el tuyo.
Por esto, recurres a espiarla, invadir su privacidad, exigir explicaciones y controlar su rutina en todo momento.
2. Limitas su vida.
Cuando amas a alguien la apoyas y la dejas volar libremente. Pero cuando solo sientes obsesión, no le permites desarollarse personal y profesionalmente.
Crees que tienes que decidir por ella, intervenir y obligarla a hacer cosas que te beneficien a ti, pero no a tu pareja.
3. Se corta la comunicación.
El amor permite que dos personas se comuniquen abiertamente, de una forma sincera, clara y con cariño.
Pero cuando sientes obsesión no dejas que ella te comunique lo que siente, quiere o ya no desea.
Pides y exiges en todo momento, pero no eres capaz de escuchar y de dar.
4. No es mutuo.
En el amor de verdad las cosas siempre serán mutuas, dan lo mismo y están dispuestos a apoyar al otro en todo momento.
Pero cuando estás obsesionado con tu pareja y la relación, pierdes el equilibrio y te enfocas en dar mucho para que ella no se aleje de tu lado.
Sin embargo, esto solo provoca que ella se sienta hastiada de tu intenso amor.
5. Todo está condicionado.
Es decir, cuando estás obsesionada con alguien das amor, afecto, atención o cariño, para recibir algo a cambio y no porque la quieras o te nazca.
Las cosas y el “amor” se dan por conveniencia y para recibir algo que te beneficie, pero nunca por las razones correctas.
6. No hay individualidad.
Con la obsesión, desaparece el respeto por el espacio personal y la individualidad, esto causa la aparición de los celos obsesivos e infundados.
Además de la paranoia por la separación y no perder a esa persona aunque se sabe que no hay una relación sana.
7. Solo hay destrucción.
El amor sano y real siempre estará acompañado de paz, tranquilidad, estabilidad, armonía y respeto.
Pero obsesionarte solo causará una sensación de asfixia, apego, ansiedad, estrés y miedo.
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