Al parecer, los hombres celosos tienen algo que ocultar y es que son los más infieles. Se comportan de esta manera, porque quieren que no los descubran.
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Así como lo lees, un hombre no cela porque ame a su pareja o porque quiera evitar que patanes se le acerquen, es celoso porque piensa que su pareja podría estar haciendo lo mismo que él.
Sin embargo, podría no ser su culpa, sino un problema genético.
Es decir, los hombres no son celosos porque quieran, sino porque forma parte de su organismo:
Los hombres más celosos son los más infieles (según estudio)
Investigadores suecos y americanos del Instituto Karolinska de Estocolmo encontraron que el culpable de que los hombres sean celosos e infieles es el RS334.
El RS334 es un alotipo (un tipo de anticuerpo) cuyo gen se encuentra en el cromosoma Y, por lo que es particular en los hombres, y quienes lo expresan son infieles y paradójicamente celosos.
La investigación ha revelado que cuatro de cada diez hombres presentan este gen.
Estudiando a los portadores se llegó a la conclusión de que este alotipo los vuelve más propensos a ser promiscuos e infieles.
También buscan más de una pareja sexual y evitar a toda costa el compromiso, incluso cuando están con una pareja estable o dentro de un matrimonio.
El estudio asegura que estos hombres no llegan a ser del todo felices, no importa la cantidad de sexo que practiquen, la cantidad de amantes que tengan o de cómo les vaya en su vida regular de pareja.
Nunca están satisfechos o 100% felices con sus vidas amorosas.
Por qué son más infieles
Se creía que un hombre infiel era celoso porque aplicaba el dicho “el ladrón cree que todos son de su condición”, pero la ciencia ha averiguado si en verdad es así.
Según la investigación, el mismo gen RS334 que les hace ser infieles también los vuelve más inseguros, lo que los lleva a que los celos los ataquen cuando están en una relación “estable”.
Este gen libera en el cerebro una hormona llamada vasopresina, que les hace ser extremadamente celosos, llegando incluso a situaciones de paranoia, lo que provoca la necesidad de “delimitar su territorio”.
Incluso, cuando sus parejas descubren que son infieles, ellos no son capaces de aceptar su error y no se siente culpables de sus acciones.
Incluso, se creen las víctimas y mueven las cosas a su favor.
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