El síndrome del SAPO, es muy desconocido en el ámbito laboral, pero muchas personas lo padecen creando un ambiente hostil en el trabajo.
No tiene nada que ver con los cuentos de hadas ni con las princesas, sino con lo que sucede cuando tus habilidades se convierten en errores.
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Es muy importante saber qué hay detrás de las siglas SAPO, no solo para evitar la toxicidad en tu trabajo, también para lograr el éxito.
Porque si te aferras a creer que tus defectos no son tan malos o que ciertas acciones son un apoyo para ganarle a los demás, te estás equivocando.
Y no solo esto, te estás saboteando y evitando lograr tus metas.
Síndrome del SAPO, los 4 errores que no te permiten tener éxito
Las siglas del síndrome SAPO, son las “habilidades” que debes evitar en un puesto de trabajo, no importa si eres un empleado, emprendedor o líder.
La soberbia, arrogancia, prepotencia y la obstinación no deberían ser bienvenidas en tu vida personal y laboral.
Porque solo están limitando tu potencial y están dejando ver que no tienes talento, pero sí mucho egoísmo:
S: Soberbia
Tal vez, creas que lo tienes todo, que eres el mejor y que no necesitas ayuda para lograr tus propósitos, pero te equivocas.
En algún punto de la vida necesitarás de otros, tanto apoyo como un consejo.
Si te casas con la idea de sentirte superior o de creer que tienes la razón, estarás limitando tus oportunidades de tener éxito.
A: Arrogancia
Creer que tienes más derechos o privilegios que los demás, solo por tu cara bonita, contactos o dinero, no te vuelve más valioso, sino un hombre poco respetable.
La falta de constancia, talentos y humildad, dejarán claro que no tienes lo suficiente y que no vales la pena.
P: Prepotencia
Una cosa es que des un buen ejemplo y seas un líder empático, y otra que quieras imponer tus ideas y autoridad, para aprovecharte de los demás.
Tal vez, los demás te sigan por miedo, pero dejarán muy claro que no te respetan.
O: Obstinación
Aferrarte a lo que no es para ti o cerrarte a creer que eres perfecto y que siempre tienes la razón, solo te llevará a fracasar sin aprender de tus errores.
La terquedad no es sinónimo de constancia, sino que es un reflejo de tu inmadurez y falta de preparación.
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