En ocasiones, preferiremos quedarnos con un amor que no nos hace bien porque no queremos estar solos, pero estar aferrado a alguien que no te ama, es peor a estar solo.
Muchas personas prefieren aferrarse a alguien o algo, porque le tienen miedo a la soledad o no son capaces de ver que se están lastimando a sí mismos.
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Si persistes en estar aferrado en alguien que no vale la pena, que no te merece o no te hace bien, no solo terminarás con el corazón roto también perderás tu tiempo y dignidad.
5 señales de que no estás enamorado, sino aferrado
1. No puedes ver la realidad.
Cuando estás aferrado a una mujer te ciegas y no puedes ver lo que está pasando. Vives en una burbuja de negación.
En donde crees que los defectos no importan o que los problemas se van a resolver por sí solos.
Lo peor es que podrías estar aferrado a alguien que ya te soltó desde hace tiempo y el golpe podría ser más duro.
2. Crees que seguir es la solución.
Dicen que se lucha contra viento y marea por un amor, pero no se debe rogar por algo que no vale la pena.
Si crees que es más fácil seguir soportando malos tratos y un amor mediocre, que empezar desde cero con otra persona, estás muy equivocado.
Te has aferrado tanto a esa relación que no te has dado cuenta de que mereces algo mejor.
3. Tú tienes la razón.
Tus amigos, familiares y cada persona que conoce tu relación te hacen comentarios de que no te ven feliz, has cambiado para mal o sienten que eres otro desde que estás con ella.
Sin embargo, tú te defiendes diciendo que no conocen tu relación y no saben lo que realmente pasa.
La realidad es que solo buscas tener la razón, pero las personas que sí te aman ven lo que tú no puedes.
4. Te niegas a ver que ella ya no siente amor por ti.
Puedes ver que ella se ha alejado, ya no es la misma y se mantiene distante, sin embargo, crees que solo es una etapa y que se le pasará tarde o temprano.
Es momento de que recuerdes que el amor no es desgastante ni te hace sufrir.
Solo estás aferrado a revivir un amor que murió hace mucho, no hay forma de resucitarlo, porque ella ya no siente lo mismo que tú.
5. Crees merecerlo.
En ocasiones, nuestras inseguridades o baja autoestima nos hacen creer que merecemos lo peor o que los errores del pasado nos están haciendo pagar.
Merecemos el castigo y tenemos que aguantar todo lo malo que nos pase. Sin embargo, estás equivocado.
Sí, debes hacerte responsable de tus errores, pero no debes conformarte con menos de lo que mereces o soportar malos tratos para estar bien con la vida o con un viejo amor.
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