Parece imposible que después de muchos años aparezca un hijo o hija perdido de alguien famoso, sin embargo esto le acaba de suceder a uno de los pintores más importantes de la historia.
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Hace unos días llegó una orden de ADN a Figueras, España, para exhumar los restos de Salvador Dalí a raíz de una supuesta hija nacida en 1956: Pilar Abel. Pilar alega que el pintor mantuvo una relación con su madre, la cual conoció cuando trabajaba como empleada de una familia que pasaba varias temporadas cerca de Cadaqués, ciudad natal del artista.
En la demanda presentada Abel argumenta que en repetitivas ocasiones su madre decía que el pintor era su padre y, en la documentación incluye un acta notarial de una cuidadora de la madre, la cual reconoce que también le había relatado que en su juventud mantuvo una relación secreta con el pintor.
La magistrada del Ayuntamiento de Figueras, María del Mar Crespo, prevé que la exhumación ocurra el 20 de este mes. Ante esto la alcaldesa del lugar Marta Felip explicará la situación tan complicada que significa sacar los restos, puesto que yacen bajo una cripta muy pesada del Teatro-museo Dalí.
Hasta el momento lo que se sabe de la vida del español es que nunca tuvo un hijo legítimo con su esposa y musa Gala, ni siquiera cuando ella era 11 años mayor que él y tuvo una relación previa a la del pintor.
Mientras esperamos el dictamen recordemos que algunas de sus esculturas fueron exhibidas en nuestro país en Paseo de la reforma a la altura del Auditorio nacional. Asimismo existe la Fundación Gala-Dalí que conserva la mayoría de sus obras, las cuales están valuadas en más de 20 millones de dólares y es una de las colecciones más grandes de arte que existe en el mundo.
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