Mientras tú crees que nadie nació para ti o que nunca encontrarás a la buena, la realidad es que todo el tiempo saboteas tus relaciones amorosas.
Así como lo lees, aseguras que quieres amor y una buena relación, pero tus acciones demuestran lo contrario.
Porque estás cometiendo muchos errores al salir con mujeres que te agradan o solo atraes a aquellas que solo quieren jugar contigo.
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De una forma indirecta, saboteas tus oportunidades en el amor, por lo que evitas estar en relaciones sanas o alejas a las que valen la pena.
Incluso, porque estás dando todo de una forma exagerada e instantánea que tus ligues no saben qué hacer ni tampoco cómo deben reaccionar.
Por esto, es momento de que veas cómo saboteas tus relaciones y qué puedes hacer para evitarlo.
Señales de que saboteas tus relaciones amorosas
1. Ni siquiera lo intentas.
Estás tan decepcionado del amor y de las mujeres que ya te das por vencido cuando ni siquiera lo has intentado con alguien nuevo o que sí vale la pena.
Te casaste con la idea de que todas son iguales o que tarde o temprano te van a decepcionar y por esto te cierras desde el inicio.
Y siguiendo esta idea, vas a alejar a las mujeres que no te convienen, pero también a aquellas que sí te quieren de verdad.
2. Te enfocas en lo negativo.
Otra forma en la que saboteas tus relaciones amorosas es que no te das la oportunidad de conocer a esa mujer a fondo.
Y solo buscas excusas para encontrar lo malo o te agarras de algo pequeño y lo vuelves toda una tormenta.
Pareciera que solo sales con las mujeres para encontrar su lado negativo o para señalarle sus errores.
Todo empeora en el momento en el que no encuentras nada malo y te aferras a pensar que lo está ocultando muy bien y no puedes dejar que te engañe.
3. Te la vives comparando.
Aquí hay dos problemas graves, el primero que comparas a tus conquistas con las novias de tus amigos o familia.
Quieres que cubran con las expectativas que tienen ellas o que sean mejor, para así ganar una competencia que tú has creado y que a las demás no les importa o ni siquiera conocen.
Y la segunda es que comparas a todas con una ex que no fue tan buena, pero a la que te aferras a creer que era la mejor.
Lo peor de todo es que cuando llega alguien mejor, tú no la puedes ver, porque sigues aferrado a lo que ya no está contigo.
4. Tus expectativas son muy altas.
Una cosa es que tengas claro lo que quieres en tus relaciones amorosas y otra muy diferente que vivas soñando e idealizando todo el tiempo.
Y lo segundo te pasa a ti, porque tus expectativas son fuera de la realidad, en donde crees que ellas deben dar todo por ti o ser Scarlett Johansson o Sydney Sweeney para estar a tu lado.
5. No creas una conexión.
Sin darte cuenta, no compartes con ningún ligue o amor tus más profundos sentimientos, temores, tus manías, vivencias o círculo social.
Quieres tener una relación sana y buena, pero no haces nada para que ella te conozca y empatice contigo o para que se sienta parte de tu vida.
Es decir, mantienes tu relación aislada de tu vida personal, incluso, de ti mismo, lo cual provoca que no crees vínculos fuertes, lo que les hace pensar que solo están de paso y que lo suyo no va a funcionar.
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