Si tu pareja siempre rechaza tener relaciones sexuales o nunca te halaga después de hacerlo, podría ser porque no la haces gozar en la cama.
Así como lo lees, no eres un buen amante ni un hombre que provoque que su pareja sienta placer en la intimidad.
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Y aunque no aseguramos que ella finja cada vez que tienen sexo, sí es muy probable que no esté satisfecha con tu desempeño sexual.
Puede ser que no la hagas gozar porque eres demasiado aburrido en este aspecto o dejas afuera sus preferencias para enfocarte en las tuyas.
Y si sigues con esto, no solo ella dejará el sexo uera de su relación, sino que terminará contigo para correr a los brazos de un hombre que sí sepa complacerla.
A continuación, te contamos qué estás haciendo mal y porque ella siente que no la haces gozar cuando están a solas…
Señales de que no haces gozar a tu pareja
1. Siempre haces lo mismo.
Sí, tal vez, tú llegues al infinito y más allá con las mismas dos posiciones de siempre, sin embargo, tu pareja se queda a medias.
Lo peor de todo no es que repitas o hagas lo mismo, sino que ya tienes toda una rutina establecida a la hora del sexo, en donde sigues ciertos pasos o lo haces de forma robótica.
Lo que le hace pensar a tu pareja que solo lo haces por compromiso o que estás pensando en alguien más.
2. No hablas de sexo.
Ella no puede gozar a tu lado porque tú no tienes idea de lo que ella disfruta en la intimidad, y tampoco ella sabe que te gusta a ti.
Desde el inicio de su relación se enfocaron en la pasión o en pasar rápidamente al sexo, pero omitieron dar detalles importantes, por lo que se dejaron llevar por la emoción.
Sin embargo, con el paso del tiempo, esto se ha vuelto rutinario y aburrido, por lo que ya no hay novedad ni deseo, solo costumbre.
3. No te esmeras lo suficiente.
Si cuando terminan ella te pide descansar para después seguir adelante, pero tú no haces el esfuerzo para darle más placer, te estás equivocando.
Sí, lo sabemos, estás cansado y ya tuviste el placer que querías, sin embargo, puede ser que tu pareja apenas si llegó o quiere más de ti y no te está pidiendo que lo hagan de inmediato, sino que tomes tu tiempo.
Debes darte cuenta de que lo que hiciste no fue suficiente para ella y esmerarte para que llegue al clímax.
4. Quieres que ella haga todo.
Aunque tú te mueves y haces tu parte, siempre quieres que tu pareja sea la que esté arriba, te estimulación oral, toque tus zonas erógenas y se concentre en ti.
Sin embargo, tú no eres capaz de hacer lo mismo por ella. En todo momento estás enfocando el placer en ti y en que ella te complazca.
Pero no estás moviendo ni un dedo para que ella gocé, y tal vez, creas que lo que hace por ti la excita en el mismo nivel que a ti, pero no es así.
5. Ella ha mencionado que necesita algo más.
Tu pareja es la que siempre está proponiendo hacer cosas nuevas en la intimidad, desde incluir comida exótica, untarse cosas en el cuerpo, disfrazarse, hacer juegos de rol, incluir juguetes sexuales y hasta incluir a alguien más.
Y no es porque le guste experimentar, sino porque está desesperada al no gozar contigo y cree que debe recurrir urgentemente a otras cosas y personas para que sienta algo de placer.
Sin embargo, todo vuelve a tornarse aburrido en sus relaciones, cuando tú quieres ser el protagonista o que todo sea a tu conveniencia, sin pensar en lo que ella necesita o disfruta en la intimidad.
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