Entrar a una relación seria puede llegar a ser un evento esperado sobre todo si encontramos a la persona indicada pero, ¿será que la emoción podría impedirnos ver a la relación como es en realidad?
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¿Lista para entrar a una relación seria?
Para hablar de lo mismo, primero intentemos tener una definición general de una relación seria.
Relación de pareja de dos personas que se aman de la misma manera y desean una relación con compromiso, están dispuestos a compartir responsabilidades y ser equipo para cumplir las metas que los ayuden a estar juntos.
Quizá esta definición se asemeja a cuando te casas, te vas a vivir en unión libre o, incluso, viviendo cada quien en su casa, ambos se involucran más en su vida, ya no como «noviazgo de escuela».
Si estás identificándote con la definición pues es tu estado civil, entonces, debes saber esto de ti mismo:
1. Tu realidad.
Sé consciente de tu realidad, tu persona, tu etapa laboral o académica, tu momento financiero, tu estado emocional.
2. Tus expectativas.
Es decir, lo que deseas que pase o cómo esperas que sea tu vida a su lado.
3. La realidad.
No es lo que tienes ni lo que esperas, es lo que es hay a tu alrededor.
4. Lo que no deseas vivir.
Aquí tus expectativas tienen que ver pero queremos que lo aterrices en función a lo que NO estás dispuesto a vivir, como algún tipo de violencia, deslealtad u otra experiencia negativa.
5. Lo que estás dispuesto a hacer por TU felicidad.
Es decir, tener claros tus límites afectivos y sobre todo, lo que estás dispuesto a hacer por TU felicidad.
Esto no sólo implica comprar con tu tarjeta de crédito un reloj carísimo para tu pareja, sino también dejar ir a alguien que te quita paz (recuerda, es TU felicidad).
6. Tú eres responsable de ti mismo.
Tú eres responsable de tu felicidad, de tu vida, de tu estado de ánimo, de tu humor… No puedes darle a alguien este poder de controlar tu mente o corazón.
7. Sé consciente de tus emociones.
Es decir, identificar, entender, apreciar y «controlar» para que éstas no actúen en tu contra, sino sean tu sostén.
¿Estás preparado? Con todo esto claro, es más fácil que puedas dirigirte con amor propio y disposición en una relación. ¡No te olvides!
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