La responsabilidad afectiva no solo implica acciones hacia nuestra pareja sino que, también hacia nosotros. Es decir,es preocuparte por tus sentimientos y necesidades, y también por las de tu pareja.
Muchas veces, creemos que tener responsabilidad es solo enfocarnos en el otro y en otras ocasiones creemos que solo debemos preocuparnos por nuestro sentir y dejar fuera a esa mujer que decimos amar.
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Por esto, es importante reflexionar acerca de lo que esperamos de una relación, ya que esto contribuye a fusionar nuestras expectativas con las de nuestra pareja.
Y así podremos estar en una relación llena de amor, pero también de respeto, interés y claro está, responsabilidad afectiva.
Así que, es momento de que veas si estás dando la responsabilidad afectiva que tanto pides y que también tu pareja merece o debes hacer algunos cambios para que tu relación sea buena…
Así puedes tener responsabilidad afectiva con tu pareja
1. Define lo que quieres.
Lo primero que debes hacer para tener responsabilidad afectiva es ser sincero contigo y conocer lo que deseas.
Es decir, debes analizar en qué momento de tu vida te encuentras y que buscas para esta parte de tu vida.
Por ejemplo, tienes una buena relación contigo mismo y estás buscando una compañera de vida o tienes muchos problemas y solo buscas una salvadora. Incluso, estás sanando una vieja relación, pero estás listo para darte una nueva oportunidad en el amor.
2. Ten expectativas realistas.
La idea de vivir un amor romántico o muy perfecto, es bonita, pero para nada real. Por esto, debes poner los pies sobre la tierra para dar y pedir lo mejor.
Enfoca tus expectativas en características que a la larga contribuyan a llevar una relación armoniosa.
Es decir, en donde existe la comunicación, diversión, comprensión, iniciativa, respeto, atención, solidaridad y cariño.
3. Crecimiento en equipo.
Para tener responsabilidad afectiva es importante que se unan, su relación no debe ser una competencia, sino un lugar seguro en donde hay apoyo.
Por esto, compartan desde sus sueños, miedos, hasta su día a día.
Ya que, tener este tipo de apoyo emocional promoverá el crecimiento en pararlo, lo que hará que se complementen y sean un equipo capaz de vencer todos los obstáculos que se les presenten.
4. Analiza tu bienestar mental.
Si en tu relación amorosa no te sientes tranquilo o a salvo, es una alerta roja que no debes dejar pasar.
Por esto, evalúa si hay cambios que deben hacerse en la dinámica de pareja o si esa relación no es el mejor lugar para ti.
Como ya mencionamos, es importante tener responsabilidad afectiva contigo mismo y darte prioridad ante algo que no te esté haciendo sentir bien.
5. Comunica.
Tal vez, ya tengas muy claro lo que deseas en la relación, notas que te hace bien e incluso que hay detalles que deben mejorar.
Sin embargo, esto no sirve de nada si no se lo comunicas a tu pareja. Es esencial que lo hables con ella y que lo dialoguen con respeto y amor.
Porque no se trata de atacar al otro o sólo de señalar sus errores, sino de juntos trabajar en equipo y hacer los cambios necesarios para que la relación funcione y mejore.
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