Tal vez, creas que eres un buen empleado y estés dando lo mejor de ti en tu trabajo, pero la realidad es muy diferente.
Ya que, no tienes el suficiente talento para salir adelante y tener éxito, y menos para cumplir con tus actividades diarias.
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Con esto, no queremos decirte que no te estás poniendo la camiseta en tu trabajo o que deberías trabajar todo el tiempo.
Si no que como empleado no estás haciendo lo que te corresponde y solo estás perdiendo el tiempo en cosas que no te benefician en nada, incluso, solo te están dejando muy mal parado.
Porque los demás te ven como un compañero tóxico, irresponsable, inmaduro y poco inteligente. Por esto, es momento de cambiar las cosas y ver tus errores:
Señales de que eres un empleado sin talento y mediocre
1. Llegaste por contactos y no supiste aprovecharlos.
Puede ser que un amigo te recomendó y hasta un familiar, en ocasiones, esto es válido, sobre todo, cuando demuestras tu talento y eres un empleado ejemplar.
Pero este no es tu caso, porque solo mentiste al decir que eras el mejor y traicionaste la confianza de esa persona que te recomendó.
Y todo empeora en el momento en el que aseguras que eres intocable y tienes ese empleo seguro, cuando la realidad es que ya están a nada de despedirte y tú ni enterado.
2. Piensas que nadie tiene talento.
Crees que ninguno de tus compañeros es inteligente o tiene alguna habilidad especial, piensas que son mediocres y tontos.
Sin embargo, este tipo de comentarios solo es un reflejo de lo que sientes por ti mismo. Porque no eres capaz de ver los talentos de los demás, porque ni siquiera ver o aprovechas los tuyos.
Prefieres enfocarte en asegurar que son personas estúpidas y que solo están en ese trabajo por suerte, para que no noten que tú eres así y que no tienes ningún talento.
3. Nadie te pide un consejo o ayuda.
Ninguna persona quiere discutir contigo y tampoco quiere saber tu punto de vista y no porque le tengan miedo a tu opinión mordaz, sino porque no tienes nada bueno que decir.
No recurren a ti por consejos o para resolver un problema, porque tienen muy claro que no tienes lo suficiente para este tipo de actividades.
Prefieren pasar de ti y de tus opiniones, porque no les servirán de nada, solo les traerá más problemas o perderán su tiempo.
4. Te evitan.
Sabrás que eres un empleado mediocre y sin talento, porque nadie de tus compañeros quiere trabajar contigo.
Y no porque seas alguien difícil o te guste hacer las cosas de forma diferente, sino porque siempre arruinas todo, no haces nada o solo creas problemas innecesarios.
Por esto, algunas personas prefieren echarse toda la carga de trabajo que tener que lidiar con tu irresponsabilidad y falta de talento.
5. Siempre señalas los errores de otros.
Mientras tus compañeros son amables contigo y no gritan a los cuatro vientos tus equivocaciones, tú no tienes esa cortesía con ellos.
Porque te dedicas a mencionar sus equivocaciones como si fueran lo peor del mundo y no importa que ellos remedien la situación, no permites que olviden ese momento.
Ya que, piensas que de esta forma tú quedarás como el inteligente y el que lo sabe todo, pero la realidad es que solo das pena ajena.
6. Te robas el mérito de otros.
Como no tienes el suficiente talento para sobresalir o para ser visto como un buen empleado, decides robar las ideas de otros y las haces pasar por tuyas.
Incluso, cuando todo el trabajo ya esté hecho, llegas y aseguras que tú hiciste la mayor parte cuando en realidad nunca estuviste presente y cuando lo estabas solo era para molestar.
Esta actitud deja claro que eres un trabajador mediocre que tiene que pisotear a otros para poder sobresalir.
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