Si eres un hombre de pocos amigos, pero que causa envidia en las personas, podría ser porque estás tomando las decisiones correctas en tu vida.
Así como lo lees, muchas veces la gente envidia aquello que no puede obtener o que le parece difícil de lograr.
Estas personas no se dan la oportunidad de conocerte o saber más de tus logros y fracasos, causas envidia porque creen que tuviste suerte, tienes dinero o contactos.
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Y aunque no es tu labor hacerles cambiar de parecer, necesitas saber que ser alguien que provoca envidia, es sinónimo de éxito.
¡Ojo!, pero no se trata de hacerlo a propósito, sino de enfocarte en tu trabajo, ser perseverante y trabajar en tu propio camino.
A continuación, te decimos las cosas que estás haciendo bien, te aseguran el éxito y son señal de que lograrás todo lo que te propones:
Razones por las que la gente te envidia
1. Piensas diferente.
Has forjado tu propio camino y crees que no es necesario hacer lo mismo que otros ya han hecho, tú prefieres renovarte y trazar tu propio camino.
Tú te arriesgas, pero pensando en las consecuencias de tus actos, siempre estás preparado para cualquier situación y das lo mejor de ti.
No te aferras a que todo sea blanco o negro, porque tienes claro que hay más colores y formas de triunfar.
La gente te envidia, porque te atreviste a salir de tu zona de confort y como ellos no pueden hacer lo mismo, prefieren criticarte.
2. Confías en ti.
Ser un hombre seguro que confía en su talento, es algo difícil de lograr y más difícil de ver.
Sin embargo, tú has elegido darte ese voto de confianza, porque sabes que lo mereces y lo vales.
Al confiar en ti, dejar a un lado las expectativas de los demás y al no querer complacer, te vuelves en alguien diferente.
3. No te interesa ganar.
Muchas personas pueden creer que buscas tener la razón, ganar o sentirte superior a los demás. Sin embargo, a ti no te interesa nada de eso.
Prefieres aprender, crecer y alcanzar tus metas. No buscas aparentar ni tampoco ser perfecto, sabes que eso no te sirve.
La gente te envidia, porque ellos se han casado con esas ideas, tú prefieres perder mientras aprendas una lección de ellos.
4. No te rindes tan fácilmente.
Sabes que a veces se gana y otras se aprende, pero siempre puedes levantarte y seguir adelante, con más fuerza, paciencia e inteligencia.
No se trata de lograrlo a la primera o hacerlo sin errores, sino de no desistir y hacer las cosas porque son lo que quieres.
Tal vez, todo esté en tu contra, pero eso no te detiene, al contrario, te inspira a probarte a ti mismo que puedes con eso y más.
5. Has madurado.
Te has convertido en un hombre que es capaz de superar sus temores. ¡Ojo!, no es que nunca tengas miedo, sino que has aprendido a hacerlo con miedo.
No te limitas y tampoco te das por vencido, has aprendido a dejar las quejas atrás, para encontrar soluciones.
Y por eso causas envidia en los demás, porque mucha gente cree que todo le caerá del cielo. Mientras que tú sigues trabajando por lo que deseas.
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