¿Eres alguien ecuánime? La ecuanimidad es una de las cualidades que puede ser subestimada, sin embargo, es una característica de un hombre inteligente.
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La característica de un hombre elegante e inteligente en su actuar
Lo que para algunos puede ser un hombre «agachón» o «dejado», para otros puede ser «virtuoso» cuando se trata de la ecuanimidad.
Ser una persona ecuánime es vivir nuestras emociones como cualquier otra persona, pero, lejos de reaccionar en función de estas, se trata de identificarlas y neutralizarlas para no ser presas de nuestro lado visceral.
Esto es una virtud, le da a la persona más tiempo para asimilar lo que pasa y, como consecuencia, presentar decisiones o respuestas más favorecedoras.
Es decir, no hay respuestas automáticas dictadas por el ego o la intensidad, sólo es un trabajo mental en el que la persona tiene la capacidad de contemplar y sentir sus emociones sin ser preso de ellas.
Unsplash/Kamil Kalbarczyk
Esto no quiere decir que un hombre ecuánime no se enojará o no estará feliz, sino que podrá tener calma y claridad para experimentar ambas.
En este sentido, hay que aclarar lo que muchos señalan acerca de ser ecuánime, no es lo mismo que ser indiferente.
Ecuanimidad
La RAE lo define como igualdad y constancia de ánimo e imparcialidad de juicio.
Es decir, ante la adversidad o la felicidad, el hombre ecuánime actuará con humildad, prudencia y armonía.
Dejando a un lado la RAE, n el budismo, la ecuanimidad es la cima de las 4 actitudes sociales o «moradas divinas»:
1. Amor sin fronteras.
2. Compasión.
3. Gozo altruista
4. Ecuanimidad.
Ser más ecuánimes es posible con meditación, pero también actuando a consciencia.
Para llevarla a la práctica puedes intentar lo siguiente:
-No te apegues a tus emociones
-No niegues tus emociones ni luches contra ellas
-Aprecia tus emociones, todas son válidas
-Vive en atención al presente, no al pasado o al futuro
-Escucha a los otros desde la emoción no desde sus palabras
-No reacciones de forma intempestiva, date un tiempo para asimilar
Ser ecuánime es más una buena forma de evitar exponerte con un comentario irracional, es también entender la vida y sus experiencias con equilibrio.
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