Si todo el tiempo te dicen que no prestas atención, eres distraído o no puedes concentrarte, diles que tu inteligencia te lo impide. Así como lo lees, las personas distraídas son las más inteligentes.
Y no es que nosotros queramos justificar que te distraigas con todo lo que ves a tu paso, sino que un estudio asegura que no es tan malo como parece.
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Entendemos que durante las jornadas de trabajo te tomes 5 minutos para despejarte, revisas FB o alguna otra red social, es algo válido y hasta saludable.
Primero porque tu mente necesita descansos para poder recargar energía y seguir adelante.
Segundo porque distraerte te permite liberar el estrés y la ansiedad y por último es porque tu inteligencia te lo está pidiendo.
O al menos, eso es lo que asegura un peculiar estudio.
Las personas más inteligentes son las más distraídas (según estudio)
Un estudio creado por la empresa Steelcase analizó los hábitos de más de 10,000 trabajadores en 17 países.
Descubriendo que cuanto más inteligente eres, más fácil es para ti distraerte y más problemas tienes para priorizar todas las ideas que están en tu cabeza.
Casi la mitad de los participantes dijeron que les costaba concentrarse en la oficina.
Bostjan Ljubic, quien realizó el estudio, mencionó:
“Los empleadores siempre están buscando a las personas más brillantes disponibles.
Sin embargo, la dificultad para soportar múltiples tareas y distracciones en la oficina afecta a las personas inteligentes de la misma manera que a todos los demás.
La forma en que trabajamos está cambiando rápidamente, más que nunca, y el cerebro está sujeto a tensiones y distracciones que pueden provocar una sobrecarga”.
Es decir, al ser súper inteligente, cada vez que te llega una idea genial, intentas lidiar con ella, la exploras y quieres dar el siguiente paso para lograrla.
Pero puedes terminar sintiéndose frustrado, nervioso y distraído.
Mientras lidias con todo lo que sucede en tu cabeza, hay todo tipo de ruidos adicionales que te distraen (alertas de texto, zumbidos, mensajes, llamadas).
Una persona que se concentra y solo se enfoca en hacer su trabajo, no logra procesar adecuadamente lo que hace, porque sigue atormentándose con las distracciones.
Cuando más quieren evitarlas, menos son capaces de concentrarse.
Las personas distraídas tienen un as bajo la manga…
Por esto, cuando una persona distraída deja a un lado lo que llama su atención, es una especie de “milagro”.
Porque después de despejarse, es capaz hacer cualquier cosa, lo que también demuestra que es brillante.
Una persona con capacidad cerebral limitada no podría lograr la mitad de lo que hace una persona distraída.
Debido a que las personas distraídas no pierden el tiempo, lo invierten (por así decirlo), porque lo toman como un momento de desconexión para después retomar el trabajo con un nuevo enfoque.
No solo lo hace bien, dan lo mejor de sí y obtienen resultados impecables, de acuerdo con la investigación.
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