Cuando de traicionas a ti mismo, no sólo te fallas en tu presente, estás provocando que algo en tu futuro no te haga justicia, o quizá de eso se trata.
Te puede interesar
El error más grande dentro de la superación personal
Razones para salir con esa persona diferente a ti
En nuestro Facebook tenemos contenidos similares, visítanos.
No te corrompas encontrándole justificación a todo, puedes ir para adelante y llevarte a una evolución, a tu ritmo, con tus herramientas y con tus objetivos, pero con la firme intención de ser más tú y superándote.
Momentos en los que te traicionas a ti mismo (sin darte cuenta)
1. No hablas de lo que sientes.
Es sano darle voz a tus emociones y tus pensamientos, sobre todo, cuando estás sintiendo que alguien está pisando territorio que tiene tu nombre.
2. No levantas la mano.
Con esto nos referimos a que sabes que eres capaz de algo pero por miedo o inseguridad, no levantas la mano para llevar a cabo una tarea con mayor responsabilidad o liderazgo.
Si sabes de lo que eres capaz y admites tener el conocimiento para hacerlo, ¿por qué te frenas? Estás dejando que tu potencial se vaya como el agua en las manos.
3. Evitas la discusión.
Te traicionas a ti mismo cuando evitas encarar una situación que necesita que pongas un límite, hay ocasiones en las que el conflicto libera y es necesario para reorganizar emociones, roles, actividades, planes y prioridades.
4. Sigues conviviendo con lo que te hace daño.
No pones distancia a lo que te está mermando, lo identificas pero «lo aguantas», por un lado, ejercitas tu tolerancia. Sin embargo, la línea que divide la tolerancia y la permisividad es muy delgada.
5. Te prometes y no cumples.
Mientras que por un lado la inseguridad y el miedo son 2 patas de la silla de la traición, la soberbia y la pereza, también sostiene a la traición.
Por ejemplo, si dices que te vas a levantar a hacer ejercicio y no lo cumples por falta de voluntad y disciplina, estás fallando a tu palabra, tú sabrás el motivo, pero eso no significa que debas conformarte con tener una justificación.
Quizá comenzar con un pequeño esfuerzo pueda generar un gran cambio con la constancia.
6. Te tratas y te hablas mal.
Si tú a ti te tratas mal y tu diálogo interno es como si fueras tu peor enemigo, ¿qué te hace pensar que las otras personas te van a tratar con respeto si no te lo tienes a ti mismo?
7. Aceptas acciones, intenciones y personas con tal de no perder algo.
O con tal de no quedarte solo, por eso sigues en ese trabajo, en esa relación, en ese departamento, con ese problema…
Deja de traicionarte a ti mismo, sé tu aliado, tu compañero, tu mejor maestro.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.