¿Cómo resuelves los retos que te presenta la vida? Si lo haces con intuición, quizá seas más inteligente.
Para algunos científicos, la intuición podría ser la forma más elevada de inteligencia.
Por supuesto, la inteligencia no es algo que pueda determinarse fácilmente, pues está compuesta de diversos elementos.
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Para muchos, lo más importante es la capacidad de razonar. Pero usar la intuición, aunque sea una forma preconsciente de entender las cosas, puede ser mucho más poderoso que usar la razón.
¿Qué es la intuición?
Esta habilidad es regulada por la red neuronal preconsciente y es lo que nos permite sobrevivir. Gracias a la intuición podemos hacer las cosas más mundanas (como caminar o abrir una puerta) sin tener que razonarlas hasta sus últimas consecuencias.
Además, este instinto regula nuestro entendimiento de la realidad, actuando como un filtro entre la información y nuestro cerebro.
Es así que la intuición nos ayuda a distinguir entre lo verdadero y lo falso, y puede darnos pistas sobre lo que es mejor para nosotros en un momento dado.
El director del Max Planck Institute for Human Development, Gerd Gigerenzer, quien además es autor del libro Gut Feelings: The Intelligence of the Unconscious, piensa que estas características hacen de la intuición la forma más elevada de inteligencia.
Según él es al mismo tiempo racional e intuitivo:
«En mi trabajo científico, tengo corazonadas. No puedo siempre explicar por qué creo que un camino es el camino correcto, pero tengo que confiar en ello y seguir adelante.
También tengo la habilidad de corroborar estas corazonadas y averiguar de qué se tratan. Esa es la parte científica».
Como la intuición es lo que ha llevado a este psicólogo a realizar sus mayores aportes al mundo de la ciencia, no duda en catalogarla como una forma de inteligencia. Y más aún, como la más elevada.
Y es que, según Gigerenzer, la intuición promueve un mayor aprovechamiento de la curiosidad, la cual, apoyada en esta habilidad intelectual, puede abonar mucho a nuestra búsqueda de conocimiento:
«Déjame ponerlo de manera más simple. Si todo lo que haces consiste en sentarte en una silla y confiar en tu intuición, no estás ejercitando mucho que digamos tu inteligencia.
Pero si a partir de ella profundizas en un tema y estudias sus diversas posibilidades, estás ejercitando tu inteligencia».
Así que, si no confías en tu intuición, piensa otra vez. Y ponla más seguido en práctica, como una más de las maravillosas habilidades de tu cerebro.
Despierta tu intuición
Hacerte más intuitivo es difícil con las dinámicas actuales.
Por ejemplo, la productividad que nos exigen en nuestros trabajos suele mermar nuestra intuición, porque nos demanda fríos cálculos y nos coloca bajo presión.
No obstante, es posible ejercitar el cerebro y las emociones para ser más intuitivo.
Lo único que tienes que hacer es ponerte en sintonía con tus sentidos.
De lo que se trata es de aguzarlos todos para poder utilizarlos de manera inconsciente, para lo cual tendrás que acostumbrarte a realizar sesiones de meditación cotidianas, y entablar diálogos con tu yo interno más seguido.
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