Mientras tú le gritas al mundo que eres un hombre seguro, maduro y fuerte, tu lenguaje corporal dice que eres débil.
Sí, te está delatando porque él te conoce y solo está viendo que al único que engañas con esa actitud es a ti mismo.
Te recomendamos:
7 cualidades que posee un hombre cautivador
7 conductas que te convierten en un hombre inseguro
Encuentra en el Facebook de Personalista más contenidos similares
Eres un hombre débil no por falta de fuerza física, sino porque no eres lo suficientemente bueno en aspectos emocionales, mentales y de confianza.
Te enfocas en aparentar y demostrar que eres el mejor, pero no haces nada importante y valioso para que los demás puedan verlo.
Solo presumes aquello que no tienes y que tanto anhelas, por esto, los demás solo te ven como alguien débil, desesperado por atención…
A con tinuación, te decimos cómo tu cuerpo está demostrando que ni tú confías en ti mismo:
10 formas en las que tu cuerpo delata que eres un hombre débil
1. Saludas sin firmeza.
Mientras te dices el hombre más fuerte y poderoso de la tierra, tu saludo demuestra que tienes miedo de que otros no te aprueben.
Incluso de que te desaprueben o vean que eres un fracasado. Ten presente que, si tú no confías en ti, nadie más lo hará.

2. Te haces hacia atrás.
Cuando un problema se presenta, necesitas arreglar un conflicto o llega una persona de autoridad tú huyes.
No es que salgas corriendo, pero si te haces hacia atrás o no quieres estar tan cerca. Y esto solo demuestra que no tienes lo suficiente para enfrentar la situación.
3. Miras tu reloj/celular.
Que no seas capaz de estar en el momento presente y te aferres a ver la hora o checar tus notificaciones, habla muy mal de ti.
Eres un hombre débil que recurre a ocultarse para así no verse comprometido en una situación que no puede manejar.
4. Evitas el contacto visual.
Cuando no puedes mirar a los ojos a la persona con la que hablas, es una forma de hacerte menos o de decir indirectamente que estás incómodo.
Sin embargo, si fueras un hombre fuerte y valiente, harías contacto visual para demostrar que puedes con esto o que estás dispuesto a dar lo mejor de ti.
5. Miras hacia abajo.
Cuando miras hacia abajo, muchas veces, se debe a la vergüenza o culpabilidad que sientes.
Tal vez, tus palabras niegan lo que se te acusa, pero bajar la mirada es una forma de aceptar la culpa.
6. Invades el espacio de otros.
Tal vez, creas que si te ves más “grande” o te acercas demasiado podrás demostrar que tienes la razón o que ganarás la batalla.
Sin embargo, este recurso deja ver que no sabes controlarte y que solo buscas que el otro se sienta igual de incómodo que tú.
7. Tienes mala postura.
Una persona que está encorvada o que no es capaz de portarse a la altura, siempre será visto como alguien débil o del montón.
Sin embargo, no se trata de tomar una postura de posición o intimidación, sino de seguridad.
8. Frunces el ceño.
Que hagas este gesto puede ser una forma de retar a la persona que tienes enfrente o de decirle que no estás de acuerdo.
Sin embargo, si solo haces mala cara y no eres capaz de dar soluciones, solo serás visto como un hombre amargado y conflictivo.
9. Mueves mucho tus manos.
Una cosa es usar tus manos para poder expresar con más certeza lo que dices y otra que creas que necesitas usar la fuerza para hacerte oír.
Mover tus manos hacia la otra persona, golpear algún objeto o “manotear”, no te dejarán como un hombre inteligente, sino como un inmaduro que busca ganar a toda costa.
10. Te ocultas.
Tratas de pasar desapercibido para no enfrentar un problema o porque crees que no eres capaz.
El problema no es que te ocultes, sino que hables de más y asegures que lo sabes todo.
Porque tarde o temprano tú cuerpo te delatará y lo hará en el peor momento posible. Así que, deja de fingir y trabaja en tus habilidades, para que así no tengas que presumir, solo demostrar.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.